Uncategorized

Procrastinar

No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. ¿Te has preguntado por qué algunas veces has dejado de hacer alguna tarea importante por otra que no lo es tanto?, por ejemplo redactar un ensayo, o hacer lectura para la clase, o escribir un artículo, o elaborar el informe para tu jefe, o hacer la tesis, o titularte, etc., por algo de menor importancia como ordenar tu ropa u organizar la alacena o limpiar el refrigerador. No tiene que ver con pereza o flojera pues, por ejemplo, para organizar la alacena, se requiere concentración, esmero, cierta lógica, cierto orden, cierto esfuerzo.

Es posible que, aunque sepas que tienes que hacer ciertos deberes y aun sabiendo que puede haber un plazo de entrega, algunas veces se pospone su realización sin una razón aparente. Procrastinar es el hábito de dejar para otro momento o para otro día la realización de una tarea importante por alguna otra de menor relevancia. Es más que postergar de manera voluntaria. Etimológicamente, proviene del latín, y significa, aplazar, retrasar o dejar para el día siguiente, para mañana, así también, desde su raíz griega, significa hacer algo en contra de nuestro mejor juicio.

Procrastinar no sólo es posponer y tampoco es un problema de administración del tiempo, sino que es una manera de enfrentar estados emocionales que no son agradables y que pueden resultar desafiantes para la persona, tiene que ver con algunos factores que no son favorecedores, como la ansiedad, el aburrimiento, el pensar que no se es capaz, inseguridad, frustración, resentimiento, entre otros.

La procrastinación puede tener que ver con la tarea en sí, pues ésta, puede ser que resulte aburrida o poco atractiva, sin embargo, puede tener que ver con algo más profundo, como la creencia de no ser capaz, de no ser hábil, de no ser inteligente, por una baja autoestima, dudar de sí mismo, o por inseguridad.

Es importante mencionar que, aunque la persona puede estar consciente de que procrastinar no le lleva a sentirse bien ni a cumplir de manera eficiente con las tareas, y que seguramente sabe que no es buena idea postergar, aun así sigue procrastinando.

Aunque procrastinar representa un alivio inmediato al evitar realizar la actividad más importante y que también puede estar causando malestar, dicho alivio es momentáneo, pero al mismo tiempo procrastinar nos hace sentir mal, pues sigue pendiente la tarea que se está postergando. Se mencionó que procrastinar es un hábito y se sigue repitiendo por esa sensación de alivio inmediato y momentáneo, se vuelve como un círculo vicioso, pues se está postergando lo importante, situación que nos hace sentir mal, pero a la vez recibimos una especié de recompensa al tener el alivio momentáneo por la postergación de la tarea en cuestión y ahí seguimos ciclados.

La acción se repite porque se vive como un alivio el no realizar la tarea en cuestión y eso propicia que se vuelva a repetir el hábito de procrastinar, aunque a mediano y largo plazo la afectación es mayor, pues al no hacer la actividad se experimenta estrés, angustia, ansiedad, frustración, lo que va propiciando que la estabilidad emocional se vea mermada y la salud tanto física como psicológica se vea afectada.

La afectación también se aprecia en que la autoestima se va mermando, pues la persona se siente poco productiva, poco capaz, con poca o nula confianza y, al no obtener buenos resultados por no haber entregado a tiempo y con buena calidad la tarea en cuestión, la persona ‘se confirma’ que no es capaz.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba