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8M: ‘Ni una más’, gritan más de 20 mil mujeres en Querétaro

La manifestación por el Día Internacional de las Mujeres tuvo una asistencia aproximada de 20 mil mujeres en el municipio de Querétaro, cifra que duplicó al contingente de 10 mil que salió a las calles en 2019. El contingente recorrió el Centro Histórico a exigir justicia para las mujeres asesinadas y seguridad para que no vuelva a haber ninguna más.

Para entender la magnitud de la movilización, que tuvo saldo blanco, es como si todas las presentes llenaran la mitad del estadio Corregidora o cuatro veces el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.

Desde las 3:47 p.m los semáforos estaban saturados de mujeres que cruzaban hacia la Alameda. Desde la parada de Zaragoza-Pasteur se escuchaba el megáfono en el que se daba la formación de los contingentes. Lo primero que llamó la atención entre la multitud fue una playera, pantalón y un muñeco con cabeza que estaba colgado de un mecate frente a al lugar donde estaba la maqueta del Centro Histórico. Ahora era una simulación de un panteón, con maniquíes y cruces, listones con nombres y flores.

A las 4:56 p.m empezaron a avanzar los contingentes al son de “Mujer escucha, esta es tu lucha”. Las señoras que estaban en las paradas no dudaron en ponerse frente a los grupos para grabar o tomar fotos, mientras que los hombres tomaban sobre las jardineras o sobre las bancas. Los que eran “profesionales” terminaron por incomodar a las colectivas. «No queremos a los hombres tomando fotos en este evento. Ya hay fotógrafas, el hecho de que haya hombres en la manifestación se toma como una amenaza«, señalaron en reiteradas ocasiones durante la marcha.

Había gente desde sus ventanas y balcones viendo la manifestación. Algunos grababan desde el otro carril o en las jardineras, parecían espectadores de un carnaval. ¿Por qué grababan o qué pretendían hacer con todos esos videos en sus celulares?
De regreso, el contingente de cabecera se detenía para cantar, bailar y dar mensajes a todas las mujeres que iban en el otro carril. Aún cuando llegaron a la Alameda, había contingentes que aún no salían de la misma.

Al doblar por avenida Corregidora, al igual que durante la marcha por el aborto en septiembre, muchos locales cerraron. Sin embargo, en esta ocasión, 29 quedaron abiertos: 17 entre Zaragoza y Reforma y 12 entre Reforma e Independencia. Aunque algunos de ellos bajaron sus cortinas, dejaron una puerta abierta para poder ver lo que sucedía en el exterior.

A las 5:48 p.m llegaron los primeros contingentes a plaza de la Constitución, donde fueron recibidos con «Canción sin miedo». Todas las mujeres llegaron a entonarla con lágrimas en los ojos, algunas incluso incapaces de cantar. Las risas, bailes y saltos acompañados por bengalas y burbujas desaparecieron y se convirtieron en lágrimas de 20 mil mujeres que, a pesar de todo, nunca bajaron la cabeza.

Estar en el centro de todas esas mujeres, todas con una historia y todas con el mismo objetivo de apoyarse entre sí, se sintió como el primer rayo de luz del amanecer. Pero al mismo tiempo, el hecho de ver que la historia de 20 mil mujeres coincidió debido a una misma realidad, y cómo todas sus voces desgarraban sus gargantas, fue como una bola de nieve que terminaría por estamparse en una sola.

Las huellas de esas 20 mil mujeres que se unieron a la manifestación quedaron grabadas en cada uno de los lugares por los que pasaron, junto con su sudor, lágrimas e iconoclasia. Todas gritaron por las que ya no están y para exigir que nunca más vuelva a faltar otra mujer en el mundo.

Dafne Azuby Arreola Santana

Estudiante de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro. Parte del equipo de Verificado Tribuna durante las elecciones 2021 y reportera de Tribuna Diario desde agosto de 2021.

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