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Causa riesgo ingesta de yodo en municipios ‘vulnerables’

Por Martha Flores

Al estudiar los casos de mil 500 niños de escuelas primarias que viven en 10 municipios, la investigación titulada “Deficiencia nutricional de yodo en niños escolares residentes de municipios vulnerables del estado de Querétaro”, encabezada por Pablo García Solís, catedrático de la Facultad de Medicina, ha encontrado que hay exceso de ingesta de yodo en 25 de las escuelas visitadas y sólo en dos, niños presentan deficiencia ‘leve’.

“Creemos que el exceso de yodo se debe a productos industrializados y va acompañado con la epidemia de sobrepeso y obesidad, porque los productos industrializados a los que los niños están expuestos son las botanas y dulces con sal (…)

 

“Todo lo que tenga sal en México debe tener yodo porque es una medida para garantizar un desarrollo fundamental, pero entonces al haber un consumo excesivo de productos industrializados se da el exceso de yodo, y en eso estamos enfocados ahora”, explicó.

García Solís expresó que la apertura del programa federal de Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, que empezó a restringir el consumo de comida ‘chatarra’, es una medida acertada por parte del gobierno, ya que reduce el consumo de yodo para no caer en el abuso.

“El mensaje es que hay que cuidar el consumo de sal con yodo de forma adecuada y no en exceso”, puntualizó.

Entrevistado por este medio, el académico de la Facultad de Medicina manifestó que de los resultados que han obtenido ya han dado parte a las autoridades sanitarias, además de que se tiene contemplado entregar un documento a los servicios de salud de cada municipio en el mes de mayo.

Disfunción tiroidea, una consecuencia

El estudio realizado incluyó escuelas primarias públicas de los municipios de Pinal de Amoles, Landa de Matamoros, Jalpan de Serra, San Joaquín, Tolimán, Huimilpan, Amealco, Pedro Escobedo y El Marqués.

Para elegir a los municipios que se catalogaron como “vulnerables” se consideraron tres factores: la pobreza, la desnutrición crónica y la talla baja.

Afirmó que donde hay más obesidad hay más yodo excretado, lo que tiene implicaciones como la disfunción tiroidea y enfermedades autoinmunes de la tiroides y causa un impacto ‘muy importante’ en el individuo.

“Seguramente han escuchado esto de ‘empezó a subir de peso y es la tiroides’ y empieza a subir de peso, se siente más lento y todo el metabolismo se baja, empieza a tener estreñimiento, se vuelve intolerante al frio y lo contrario sucede cuando hay poco yodo. Eso pasa en los adultos y queremos saber si en los niños pasa lo mismo”, apuntó García.

Señaló que lo importante del estudio es ver el estado de nutrición en yodo, ya que si no hay yodo no hay hormonas de la tiroides y se tiene un riesgo en la función cerebral, y según sus resultados a pesar del rezago social alto de San Joaquín y la localidad de San Agustín, tienen buena cantidad de yodo, por lo que el problema, dijo, está finiquitado.

“Hay otros sitios, en Pedro Escobedo y en Landa de Matamoros, son cuatro (lugares) de 50, todos los demás tienen exceso de yodo”, puntualizó.

Pinal de Amoles presenta menos consumo de yodo

La investigación “Deficiencia nutricional de yodo en niños escolares residentes de municipios vulnerables del estado de Querétaro” cuenta con la participación de seis tesistas de la Licenciatura en Nutrición.

El estudio comenzó en 2009 y concluirá en mayo de este año.

Dentro de los resultados, se encontró que en Pinal de Amoles hay menos consumo de yodo porque la sal que consumen no tiene yodo. Desconocen la fuente, pues no se produce en la ciudad, además de que es un municipio con un alto grado de rezago social, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Pablo García Solís, quien encabezó la investigación, explicó que se debería hacer un estudio cada tres años, sin embargo fue en 1999 la última vez que se hizo en México a nivel nacional, por lo que tuvieron una ‘laguna’ de información.

De cada uno de los 10 municipios analizados se estudiaron cinco escuelas públicas primarias y de ésas a 30 niños con edades de entre los seis y 12 años.

Para llevar a cabo la investigación se consideraron aquellos sitios con manifestaciones importantes de crecimiento de la glándula o bocio –o lo que se conoce como personas buchonas–, esto es, municipios como Jalpan de Serra y Tolimán.

“Les pedimos una muestra de orina, la mejor técnica para medir el consumo de yodo y un ultrasonido de la glándula tiroides para ver el tamaño, aplicamos un test psicomotor, medimos peso y talla con la idea de ver cuál era el estado de la suficiencia nutricional de yodo”, manifestó Pablo García.

La inquietud por realizar la investigación fue porque el yodo es un elemento ‘muy escaso’ en el planeta. Debido a esto, hace que en el mundo la deficiencia de yodo sea un problema importante de salud, incluso México adoptó medidas para combatir este fenómeno de la deficiencia de yodo.

García Solís explicó que el yodo que este elemento es un constituyente indispensable de las hormonas de la tiroides por lo que participa en muchos procesos del organismo, como son el metabolismo, desarrollo neuronal, el crecimiento y desarrollo de las personas, de tal manera que si no hay yodo no hay hormonas de la tiroides y si no existe esto se da lo que se conoce como cretinismo (estado de retraso psicomotor irreversible).

Es por eso que se adopta esta medida universal llamada “yodación universal de la sal” para garantizar que todos consuman el yodo en cantidades adecuadas, particularmente la mujer embarazada y lactante y niños menores de 12 años edad, donde todavía se puede hacer algo para que el niño tenga un buen desarrollo.

 

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