Tres poetas queretanos, tres poemas terrenales
Julio Figueroa
Entre las noticias políticas de los días y las grandes palabras de nuestros políticos, siempre grandes palabras y pobres acciones humanas insuficientes e imperfectas, traigo a cuento tres poemas breves de tres poetas de esta tierra de las letras queretanas. Tres poemas sembrados en esta tierra yerma llena de palabras de oropel. “Finalmente” de César Cano (vivo); “Vacío” de Arturo Santana (vivo); y “La obra soñada” de Hugo Vidal, esquizónimo de Francisco Cervantes (1938-2004).
Por azar me los encontré dispersos el mismo día y por voluntad aquí los junto, como una necesidad literaria. Estos granos de luz y sonido.
FINALMENTE / César Cano Basaldúa
No hay, después de todo, obra inscrita en la grandeza.
Jugar a la inmortalidad es menos que un bostezo.
¿Cuántas palabras habré gastado si antes nunca me tendí en la hierba?
Todo, menos la sonrisa rota de mis padres.
Y estas pocas líneas para cerrar con una disculpa el cielo gris.
–La Jornada Semanal, Núm. 979, domingo 8 de diciembre 2013.
VACÍO / Arturo Santana
En el retorno del periodo vacacional
una pregunta merodeando el aire
que respiramos: ¿qué estamos haciendo aquí?
Distantes, indiferentes, solos.
Uno dos tres por mí hurgando en el vacío
desde el vacío.
–Facebook, julio 2016.
LA OBRA SOÑADA / Hugo Vidal-Francisco Cervantes
¿Recuerdas la mañana en que te despertaste
buscando ansiosamente el libro aquel, que
habías escrito para documentar tu grandeza?
Tus ojos bordearon lomos y portadas, tus
ánimos se despeñaron entre pilas de lecturas.
¿Quién eras tú, que despertabas a la constante
de una obra?
La presencia del sol te devolvió la cerrazón
que creíste espacio expresivo. No estaba allí,
ni en parte alguna. Si lugar tenía era en tus sueños
y la memoria de ellos.
–La obra soñada, Ediciones Bonetería Rosita, México, 1995.
¿Hace falta agregar que la fiesta de los políticos arriba no es la fiesta de los simples mortales abajo? Y, sin embargo, abajo se vive con la conciencia y la plenitud de la vida que corre como el agua, a veces clara, a veces oscura. Contrariamente a lo que se cree, los poetas no andan en las nubes blindadas de los políticos sino entre las piedras y el polvo del camino. Buen día a todos los camioneros en el camino.