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Incompleto plan de modernización del transporte

Por Víctor Pernalete

Aunque ya se han adelantado algunos detalles en los medios de comunicación respecto al plan de modernización, Saúl Obregón Biosca, coordinador de la Maestría en Ingeniería de Vías Terrestres de la Facultad de Ingeniería de la UAQ, consideró necesario ampliarlo aún más.

“Del sistema que están planteando, no lo conozco a fondo, pero he visto autobuses de piso bajo que (algunos) ya andan circulando, pero sigo viendo unidades similares a las actuales.

“Esa modernización se podría decir que no es global, el sistema tendría que ser reestructurado completamente, con los mismos tipos de unidades, para que así el usuario de vehículo privado o de otro medio de transporte le sea atractivo integrarse al nuevo sistema”, explicó.

Respecto a la medida que se tomará de reducir hasta en 400 unidades el número de autobuses que existen actualmente en la Querétaro, destinados para el transporte público, indicó que es una obviedad porque desde hace dos años se viene diciendo que hacía falta una optimización en las rutas de transporte, que fue lo que en su momento provocó el aumento en la tarifa.

Pero para el coordinador de la Maestría en Ingeniería de Vías Terrestres la modernización no viene solamente del Estado, sino que es necesario que también la ciudadanía cambie su percepción y aprenda a vivir en un sistema diferente.

“El Estado puede ponernos el sistema más moderno y eficiente pero también hace falta cultura. De los mismos transportistas y del público en general, hace falta educación vial”, señaló.

“La tarifa no tendría que subir”

Existen estudios que han determinado que la tarifa actualmente está basada en un sistema de transporte ineficiente y poco optimizado. La modernización y optimización del sistema de transporte público daría pie a una disminución de la tarifa sin perder margen de ganancia, por lo que sería impensable que la tarifa tuviera que subir para darle sustento a estos cambios.

“Es posible hacerla con la tarifa actual. La tarifa se incrementó porque el mismo sistema no estaba optimizado, entonces había pocos pasajeros por kilómetros, en ciertas horas, por línea de transporte, que incrementaban los costos. Al optimizar el sistema es posible reducirlo”, recordó.

Si bien la modernización requeriría una inversión, Saúl Obregón Biosca consideró que ese costo no debe cargarlo por completo el usuario, ni debe ser ‘de golpe’, ya que es posible implementarlo paulatinamente.

Para el académico, sería un ‘buen negocio’, tanto para los usuarios como para el Estado, que la tarifa se mantenga como está actualmente, con la condición de que el sistema se mejore.

“Las obras públicas pueden rescatarse para formar parte de un plan integral”

Sobre las obras públicas que se han venido realizando en los últimos años, Obregón Biosca señaló que tal como están en este momento no concuerdan con la idea de modernización del transporte público o de un Plan Integral de Movilidad, ya que están hechas para darle impulso al transporte de vehículo privado.

Sin embargo, indicó que con modificaciones es posible que estas obras se adecuen al plan global y le sirvan también a la modalidad de transporte público. Se tendrían que trabajar paradas de autobús especiales, en las llamadas bahías, y modificar algunas de las zonas de incorporación a las vialidades. En la zona de 5 de Febrero, en los tramos que comprenden el distribuidor 1917, habría que tener especial cuidado con ambas laterales por los hospitales que ahí se encuentran.

Para ello, sería necesario realizar microsimulaciones de tráfico con programas especializados en dichas zonas en el estado actual y con los diversos estados propuestos, para ver cuál se adapta de mejor manera.

Señalizaciones insuficientes y espacio pequeño, fallas de ciclovía

El académico Saúl Obregón Biosca hizo las siguientes observaciones a la ciclovía de avenida Universidad:

-“Puede estar sobre la acera, pero dándole otra forma arquitectónica. Los arboles que plantaron ahí podrían usarlos como barrera de protección para los ciclistas, así están en Europa. Podrías manejar un ancho constante en todo el carril bicicleta. Debe ser mínimo un metro con 20 centímetros, y máximo un metro con 50 centímetros. Ahí están variando, dependiendo del espacio que haya”.

-Las señalizaciones actualmente no son suficientes, ya que sólo indican que es zona para bicicletas, pero no dan pistas de la dirección que ésta tiene.

-Si está hecha para dos direcciones, el espacio es muy pequeño, por lo que el especialista recomendó que la dirección de vuelta se haga del otro lado, en la misma dirección del tránsito.

-“Los modos de transporte tienen que integrarse, tienen que convivir. No es afectar a un medio de transporte para darle a otro, como fue aquí la bicicleta y el vehículo privado, con el autobús también. Tiene que haber una integración sana y la respuesta para lograrlo es desarrollar un plan de movilidad urbana que integre a todos los actores y todos los medios de transporte”.

Dichas modificaciones, si bien necesitarían una inversión importante, mejorarían los problemas que actualmente se tienen en la zona y permitirían una mayor concordancia entre las distintas formas de movilidad. Lo único que falta, a decir de Saúl Obregón Biosca, es voluntad política.

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