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¿Atentados?

El Sistema de Transporte Colectivo, mejor conocido como Metro de la Ciudad de México, ha sufrido una serie de accidentes a lo largo de sus más de cincuenta años de historia. Uno de los más graves, ocurrió el 3 de mayo de 2021, cuando murieron 26 personas y decenas resultaron heridas.

Sin embargo, en la primera quincena de enero de este año, el Metro, ha padecido una secuencia de percances y accidentes que, más bien, desde mi muy particular punto de vista, parecieran atentados en contra de los tres millones y medio de usuarios que, diariamente, utilizan este sistema de movilidad humana.

Durante estos quince días, han sido arrojados a las vías, tubos, aspas, cables, han sido extraídos ilegalmente tramos de las vías, manos anónimas han cortado cables, las llantas de los ferrocarriles han sido vandalizadas y algunas cajas de cambio de vías, destruidas, lo que, sin duda, han sido actos premeditados.

Por supuesto que los accidentes mantienen en el temor a los usuarios, dado que diariamente deben desplazarse a sus lugares de trabajo o escuela a bordo de este medio de transporte.

Ante este panorama, tal vez no sea tan descabellada la hipótesis, que tales actos pudieran ser considerados terroristas porque, la Real Academia de la Lengua define este concepto, como una actuación criminal de bandas organizadas que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.

Es obvio que no se necesita una bola de cristal para advertir que el posible leit motiv de los percances, es el de, literalmente, descarrilar a Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y así evitar su candidatura presidencial en el proceso electoral de 2024.

Si ustedes se preguntan, y con razón, cuáles son esas bandas organizadas que no se tientan el corazón para cometer cualquier tipo de ilícito, yo les diría que son aquellas que, en los sexenios anteriores, se dedicaron a desmantelar y saquear alegremente los bienes nacionales, sin el menor pudor.

Y es que, de acuerdo a las mediciones demoscópicas, en estos momentos, Claudia encabeza todas las encuestas y, por ende, la oposición, que quiere recuperar los privilegios perdidos, cual jauría de lobos hambrientos, es capaz de utilizar cualquier estrategia lícita o ilícita, para impedir que, por vez primera en la historia de nuestra República, una mujer se convierta en presidenta.

Pero esperen, no sólo la oposición conformada por el PRI, el PAN, el PRD y los poderes fácticos, se verían beneficiados si lograran descarrilar a la Jefa de Gobierno, no perdamos de vista que también los aspirantes de Morena, que buscan ser candidatos a la grande, resultarían favorecidos con la caída de Claudia en las encuestas.

Para documentar nuestro optimismo, como señalara el señor de los gatos, Carlos Monsiváis, me di a la tarea de enlistar los entrecomillados “accidentes”, ocurridos en lo que va del mes de enero.

7 de enero, choque de convoyes entre La Raza y Potrero de la Línea 3, dejó una estudiante de la UNAM muerta y 59 personas heridas. La Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, denunció que la caja negra de uno de los trenes fue encontrada fuera del metro, subida en una camioneta. 8 de enero, caída de un cable de electricidad. 9 de enero, en la estación Garibaldi un tubo de brincolín cayó o fue arrojado a las vías del tren. 10 de enero, incendio en un puesto semifijo a las afueras de la estación Pantitlán. 11 de enero. Conato de incendio en las ruedas del tren en la estación Politécnico.

12 de enero. Los pasajeros del Metro fueron desalojados de la estación. 13 de enero, una mujer fue detenida por arrojar aspas de lavadora a las vías del tren, en la estación Centro Médico y, en el mismo día, un grupo de mujeres encapuchadas se manifestó contra la presencia de la Guardia Nacional en la estación Bellas Artes.

15 de enero. Explosión en la estación Bellas Artes, de la Línea 8, provocado por la caída de un objeto metálico a las vías y, en el mismo día un tren de la Línea 7 se separó en la estación Polanco, debido a que un perno estaba capado y otro zafado. Finalmente, cabe la pregunta ¿de veras la falta de mantenimiento del Sistema de Transporte Colectivo, mejor conocido como Metro de la Ciudad de México, provocó que, durante los primeros quince días de enero, se diera esta serie de percances? Como dijera en los micrófonos de Radio UNAM El Valedor, Tomás Mojarro, No meche inglés.

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