Seamos agentes de paz desde la docencia. Una experiencia de vida

Los docentes tenemos una importante labor para contribuir a la cultura de paz, en el caso de los docentes universitarios podemos contribuir a que las nuevas generaciones de profesionistas conozcan y trabajen por la cultura de paz.
El docente tiene una gran responsabilidad en sus manos y es el ejemplo que le dará a sus alumnos, por lo que debe prepararse no solo en su área de especialización, sino que debe formarse también en cultura de paz para poder ser ejemplo para sus estudiantes y tener la capacidad de transversalizar la cultura de paz en las asignaturas que imparta.
Muchos docentes que trabajamos por la paz hemos tenido diferentes experiencias en nuestro camino académico que nos han consolidado como agentes que buscan la paz desde la universidad. En esta ocasión, quisiera aprovechar este escrito para platicarles de mi camino en la cultura de paz.
Desde mi formación como economista de la UNAM, trabaje en mi tesis de grado sobre las desigualdades que existen hacia la mujer indígena migrante y me enfoque en las mujeres indígenas migrantes trabajadoras del hogar, esa considero que fue mi primera semilla en la lucha, desde la academia, en la búsqueda de erradicar las violencias relacionadas con la discriminación. Mas adelante cuando realizo mi Maestría en Derecho, también en la UNAM, realicé dos de mis tesinas solicitadas para mi titulación en investigaciones relacionadas con los pueblos originarios, uno fue el caso de México y la relevancia del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional y el Artículo 2 de la Constitución Mexicana y el segundo sobre la Constitución Plurinacional de Bolivia y su relevancia a nivel mundial. Finalmente, en mi doctorado realizo una investigación compleja enfocada hacia la niñez indígena migrante y la racialización de la cual son víctimas en las ciudades. Estas experiencias que les comparto han sido un parteaguas para mi camino desde la investigación, en la búsqueda de la inclusión y no discriminación de las poblaciones vulneradas.
Por otro lado, y desde la docencia he trabajado en la búsqueda de metodologías que aporten a la No discriminación. Por una parte he intentado ligar los temas de mis asignaturas con algunos otros que abonen a la cultura de paz, donde los alumnos reflexiones y puedan trabajar para ser mejores ciudadanos, desde temas relacionados con la discriminación económica y las implicaciones que tienen en los mercados laborales y la desigualdad social que ello implica, hasta la implementación de materias optativas que abonen al respeto de los derechos humanos y la no discriminación, donde los alumnos se convierten en agentes de paz al implementar dentro de los contenidos del curso, investigaciones aplicadas que identifiquen situaciones de exclusión y desigualdad, y por otro lado que los mismos alumnos puedan desarrollar talleres, foros o charlas con la misma comunidad universitaria donde busquen transformar realidades y contribuir a una mejor sociedad.
La academia nos brinda un importante escenario para trabajar por una mejor sociedad. En mi camino por la cultura de paz, he conocido grandes colegas mexicanos y latinoamericanos que trabajan por el mismo objetivo desde sus diferentes trincheras. La Universidad Autónoma de Querétaro ha impulsado desde la rectoría importantes proyectos para trabajar en ello. Es nuestra responsabilidad como académicos e investigadores trabajar por una mejor sociedad y brindarle herramientas a nuestros estudiantes para que ellos también puedan contribuir al cambio de una sociedad libre de violencia enfocada en una cultura de paz desde las aulas que los marquen como agentes de paz como egresados de esta Universidad.