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La constitución del mimo como personaje

El objetivo es de introducir el drama dentro del cuerpo y representar lo invisible: emociones, tendencias, dudas, pensamientos.

El mimo es un ser especial con la virtud de expresar las emociones, ideas y sentimientos por medio de movimientos corporales y gestuales sin hablar. Es un actor, poeta, romántico que interpreta un personaje con una gran carga de responsabilidad teatral, proyectado en un mundo de silencio, que se lleva el personaje para la casa, no solo actúa, sino que vive como tal, y lo desarrolla con un proceso de observación y presencia que, al representarlo en un espectáculo, deslumbra diciendo mucho sin pronunciar una palabra, jugando con la imaginación. La mímica consiste en imitar movimientos y gestos del cuerpo.

El mimo, entonces, es un ser humano y como tal dispone de una estructura psicofísica compleja íntimamente relacionada. La herramienta que el mimo va a utilizar es su propio cuerpo físico, instrumento dúctil capaz de ser instruido, material plástico en continua transformación, que ha sido y es, para la mayoría de las personas, el gran desconocido. Pero el mimo debe ser consciente de cómo es su cuerpo, cómo funciona, sus constantes, sus variantes, su belleza, su flexibilidad y hasta dónde puede llegar, a través del análisis, de la observación, de la experimentación sensible. Marceau se refiere a la expresión del cuerpo en los siguientes términos: Expresarme con el cuerpo es para mí más que una técnica o una corriente interpretativa, es una auténtica necesidad. Marceau nos quiere decir en este pensamiento que más allá de la técnica es muy necesario lograr expresarse por medio del mimo.

El mimo corporal

El mimo corporal es un arte dramático del movimiento, que data desde la antigüedad griega y romana. En esto se diferencia de la pantomima, que es más un intento de cambiar palabras por gestos. El objetivo es de introducir el drama dentro del cuerpo y representar lo invisible; emociones, tendencias, dudas, pensamientos. Debe aplicar al movimiento físico esos principios que estén en el corazón del drama: pausa, vacilación, peso, resistencia y sorpresa. La pedagogía del mimo corporal permite al actor adquirir un estado mayor de autonomía, multiplicando sus posibilidades físicas e imaginativas a través del estudio de una técnica y puede interpretar piezas con o sin texto. Hoy se la utiliza como una herramienta en las escuelas y universidades de teatro como una técnica de interpretación corporal.

Técnica clown

De acuerdo al libro de Oro de los Payasos, dicha técnica se origina como vertiente de la mima a través del efecto cómico: La primera regla para construir un efecto cómico es que no existen reglas. Significa que cada uno es libre de buscar el vehículo que le permita alcanzar dicho efecto, como una situación equívoca, por ejemplo. Lo importante es preservar la creatividad a toda costa.

Lo maravilloso será lo que el artista pueda hacer con cada parte de su cuerpo para caricaturizarlo o ponerlo en tela de juicio si es preciso. Usualmente un primer payaso investigaba las leyes de las costumbres cotidianas, para luego dilatarlas, exagerarlas, parodiarlas, caricaturizarlas y con ello provocar la risa. Para encontrar su clown hay que buscar nuestras debilidades esenciales, reconocerlas experimentarlas, mostrarlas y burlarse públicamente de ellas e, incidentalmente, hacer reír a otros según Jacques Lecoq.

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