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Sinead O’Connor: Cuando tus posturas políticas truncan tu carrera musical

Hoy, el mundo de la música llora la partida de una artista que pudo haber sido leyenda. A sus tiernos 56 años, falleció Sinead O’Connor, una cantante irlandesa que en los inicios de los años 90 despuntaba con fuerza para convertirse en una voz legendaria y en un ícono alternativo de la década. Sin embargo, su carrera musical tomó un rumbo inesperado y dejó un legado opacado por controversias y desencuentros.

Uno de los momentos más brillantes de la carrera de Sinead O’Connor fue su versión inigualable de Nothing Compares to You, originalmente de Prince. Este tema se convirtió en un hit mundial y resonó en todas partes, gracias a la alta rotación de su video en MTV. Pero esta sublime interpretación no reflejaba completamente la esencia de su álbum, el cual encajaba más en los sonidos alternativos de la época.

Cómo muchas personas, tuve el álbum en cassette que contenía esta emblemática canción, y aunque también incluía Jump in the River, confieso que la primera pista fue la que más escuché y grabé en mixtapes que di ya no recuerdo a quien. Sin embargo, con el tiempo, la canción me empalagó y cayó en pozo del olvido.

Lamentablemente, la carrera de Sinead O’Connor se vio afectada por controversias y decisiones que afectaron su trayectoria. A pesar de haber dejado un impacto significativo en la música, algunos la redujeron a ser considerada una “one-hit wonder”, debido al boicot y hate que recibió tras romper una fotografía del Papa Juan Pablo II mientras cantaba un cover de Bob Marley en el programa Saturday Night Live. Esto polarizó opiniones y eclipsó su talento artístico.

Su carácter controversial también le jugó en contra. Por ejemplo, durante el concierto en vivo de The Wall de Roger Waters en el Berlín reunificado en 1990, fue invitada a interpretar Mother. El concierto era uno de los más esperados, y Waters buscaba relanzar su obra maestra después de la separación de Pink Floyd. Para ello, reunió una pléyade de estrellas que incluía a Scorpions, Cindy Lauper, Brian Adams, Ute Lemper y la propia Sinead.

Como la red eléctrica no funcionaba del todo bien en el Berlín del Este (así como la de la CFE), Waters quiso un ensayo previo completo para grabarlo por si se iba la luz en plena transmisión por televisión a nivel mundial. Pink Floyd precavido vale por dos.

Llegó el día del concierto y como Ley de Murphy, falló lo que tenía que fallar: la luz. Y justo cuando iba a entrar Sinead a cantar Mother. Para subsanar la falla, en la transmisión mundial de TV se proyectó el falso en vivo grabado en el ensayo.

Al final le pidieron que regresara a cantar Mother con la raza en vivo para el álbum en video del concierto, pero Sinead O’Connor se negó a participar. Por ello, su parte del concierto se ve sin público, ya que originalmente no había espectadores en el ensayo.

Así, Sinead O’Connor dejó una marca imborrable en la música, pero también enfrentó un sinfín de desafíos y controversias que limitaron su ascenso al Olimpo musical. Su legado quedó marcado por una canción que trascendió generaciones, pero su talento y versatilidad musical no se limitaron a un solo éxito.

En memoria de Sinead O’Connor, es crucial mirar más allá de las polémicas y apreciar el poder de su voz y su valentía para expresarse artísticamente, aun cuando esto significara enfrentar rechazo y críticas.

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