Punto y Seguido

S. Jerzy Lec

El contexto puede ser apabullante para el despliegue libre del pensamiento. Las fuerzas silenciosas, imperceptibles, nos hacen creer que no pensamos lo que otros quieren, creer que somos originales. A veces ese contexto es burdamente apabullante, a veces sutilmente apabullante. No siempre tiene éxito.

Unas ideas de Juan Arnau

—El mundo contemporáneo libra una batalla entre tecnócratas y humanistas. Los primeros detentan el poder de lo cuantitativo, los algoritmos que rigen la economía financiera y la riqueza de las naciones, ellos creen tener ganada la batalla a los humanistas, que abogan por lo cualitativo y lo creativo.

—Pero en el fondo del motor interno del aparato financiero, ése que hoy devora la economía real, en su raíz más profunda, no encontramos los algoritmos que controlan los mercados bursátiles, sino pasiones humanas como la codicia o la envidia. Y sobre éstas los tecnócratas apenas saben nada, simplemente se dejan arrastrar por ellas.

—Sobre las pasiones los expertos son los humanistas, de modo que los problemas generados por un mundo en brazos de la técnica solo podrán resolverse mediante el humanismo.

—El arte y, especialmente, la literatura van por delante de la historia. Allí se ve, anticipadamente, lo que el algoritmo no ve. Arte y literatura son el discurso teórico de los procesos históricos.

—El futuro del mundo depende de lo que seamos capaces de imaginar. Los budistas lo tienen muy claro. Pensar bien es hacer un mundo mejor. La cultura mental, la empatía y la solidaridad serán decisivas para nuestro destino como individuos y como especie.

—La imaginación es un factor importante. La imaginación es un ámbito de materia sutil. Es el lugar de encuentro, como decía Henry Corbin, entre el mundo inmaterial de los significados y el mundo material de la experiencia sensible.

—Los budistas lo llaman “mundo de materia sutil” (‘rupadhatu’ en sánscrito), los sufíes “mundo imaginal” (‘barzaj’, en árabe). Es un ámbito de color y sonido, donde no hay tacto, gusto u olfato, pero sí experiencia. De ese lugar provienen las creaciones artísticas, tanto de la música y la pintura como de la física o las neurociencias.

Aforismos de Stanislaw Jerzy Lec

Czelaw Milosz, Nobel de literatura dijo sobre Jercy Lec: La severidad de sus aforismos hace pensar en la crueldad de las bromas callejeras de Varsovia, en la agudeza del espíritu vienés y en el humor judío.

—Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.

—Los puritanos deberían llevar dos hojas de parra en los ojos.

—No te dejes imponer la libertad de expresión antes que la libertad de pensamiento.

—También los culos llevan máscaras. Por razones obvias.

—También los animales de cuatro patas se ponen de pie sobre las traseras. ¡Qué no se hará por comida y por miedo!

—Un Estado policial no solo está habitado por policías.

—De las memorias de la Eternidad: Solo uno vivió del Principio al Fin del Mundo: el Miedo.

—!Abandonemos la vía de la Justicia! Es ciega.

—De la mesa del señor caen a veces comensales.

—Se puso a cuatro patas como un perro, como a un perro lo mataron.

—La primera obligación de la inteligencia es desconfiar de ella misma.

—La libertad de los esclavos se mide por la longitud de la cadena.

—En la guerra de las ideas muere gente real.

—Al derribar las estatuas, respeta los pedestales. Siempre pueden ser útiles.

—Incluso en el trono se desgasta el pantalón.

—¿Quieres ahogar la voz de tu corazón? Conquista el aplauso de la multitud.

—Cuando saltes de alegría, cuida de que nadie te quite la tierra debajo de los pies.

—Cuando griten: ¡Viva el progreso!, pregunta siempre: ¿El progreso de qué?

—La única posibilidad que había allí de respirar era echando porras constantemente .

—¿Significa progreso que el antropófago coma con cuchillo y tenedor?

—¡Libertad, igualdad, fraternidad! ¿cómo se conjugan?

—A los silenciosos no se les puede quitar la palabra. El que muriera no prueba que hubiese vivido.

—El hombre – persona non grata.

—Cuando quiere soñar con la libertad, se pone un gorro de noche en forma de gorro frigio.

—La ignorancia humana no permanece detrás de la ciencia, crece tan rápidamente como ésta.

—Habla sabiamente, el enemigo escucha.

—El que busca el cielo en la tierra se ha dormido en clase de geografía.

—Cada clase tiene su propia burguesía.

—Todos desean tu bien. No dejes que te lo quiten.

—Recordad que si el diablo le quiere dar una patada a alguien, no lo hará nunca con la pezuña, sino con su pie humano.

—Aunque a una vaca le des cacao, no ordeñas chocolate.

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