Focos amarillos
Al problema inflacionario, hay que añadir que las actividades económicas en el estado están perdiendo dinamismo, en parte por las políticas federales (léase ocurrencias) que solo generan incertidumbre, esto implica menos creación de empleos. Pero de este tema hablaremos extensamente en otro momento.
Es un código común usar el color amarillo como una advertencia, es lo que antecede al rojo, una eminente señal de alerta y peligro. Los últimos datos dados a conocer por el INEGI en cuanto a las tasas de inflación y crecimiento sitúan a Querétaro en un preocupante pero aun salvable amarillo de precaución.
De marzo del 2018 a marzo del 2019, la ciudad de Querétaro ha registrado una inflación del 5.2 por ciento, mientras la media nacional se situó en un 4 por ciento, fuimos la segunda ciudad de 45, con una mayor tasa inflacionaria. Desde hace años, el municipio registra inflaciones mayores que la media del país. Esto significa que para no mermar el nivel de vida y oportunidades, sus habitantes deberían recibir aumentos salariales en la misma proporción, situación que difícilmente se da, lo que genera en el mediano y largo plazo menor poder de compra, es decir, un mayor empobrecimiento.
Los elementos que con más fuerza incidieron en la inflación queretana fueron el transporte, la salud y cuidados personales. En el período analizado, el primero creció un 12.22 por ciento, mientras que a nivel nacional su incremento fue del 6.77; mientras que la segunda incrementó un 9.4, cuando a nivel nacional fue la mitad.
De estos datos se desprende un par de observaciones. Es verdad que el incremento de las gasolinas, afectó a todo el país, pero también es cierto que en el territorio queretano existen otros factores que han encarecido los servicios de transporte. Y segundo, es preocupante que aumenten tan aceleradamente lo costos en salud, pues eso acaba lastimando a la población más vulnerable.
Si bien, se toma como referencia a la ciudad de Querétaro, es claro que estos procesos inflacionarios golpean en primer lugar a toda el área metropolitana y terminan afectando a todo el estado. Quienes se ven más lastimados son las personas con menores ingresos, pues sus salarios alcanzan cada vez para menos artículos.
Al problema inflacionario, hay que añadir que las actividades económicas en el estado están perdiendo dinamismo, en parte por las políticas federales (léase ocurrencias) que solo generan incertidumbre, esto implica menos creación de empleos. Pero de este tema hablaremos extensamente en otro momento.
Algunas de los condicionantes de la inflación en transporte, salud y cuidados personales son producidas por situaciones externas a Querétaro, incluso se relacionan con dinámicas a nivel global. Sin embargo, hay acciones que se pueden implementar a nivel estatal y municipal para aminorar estos impactos. Es prioritario fortalecer la infraestructura en salud pública, pues históricamente el estado tiene rezagos importantes en este sentido; para ello no solo hay que aumentar el presupuesto estatal sino gestionar recursos federales. Respecto al transporte, se tendrá una presión constante por el costo de los combustibles, pero se debe seguir trabajando para hacer más eficiente y menos oneroso el transporte público, pues esto merma el presupuesto de muchas familias.
Estas son señales de advertencia, sobre los riesgos que puede enfrentar el estado en cuanto a su crecimiento económico. Pero sobre todo, son avisos de que puede aumentar la desigualdad entre sus habitantes, y esto implica que miles de queretanos queden excluidos de las oportunidades para una vida digna, y con ello, perdemos todos.
@Luz_Azul