Más árboles que ramas
Punto y seguido
Por: Ricardo Rivón Lazcano
Libro sin colofón, “Más arboles que ramas” es el último libro de Jorge Wagensberg. Publicado hace menos de un año, recuerda aquella idea atribuida a Einstein acerca de que Dios no juega a los dados.
Adquirir conocimiento inteligible es la cuestión de todas las cuestiones, advertir diferencias en lo similar y similitudes en lo diferente, dudar sistemáticamente y, ante las respuestas que ya tiene la naturaleza, diseñar las preguntas correspondientes.
El subtítulo indica que son mil 116 aforismos para navegar por la realidad. Tal vez poco tenga de original la temática que aborda, sin embargo, el estilo aforístico es, para los que gustamos de él, manejado con maestría. Siempre tendremos la posibilidad de entender la realidad puesto que en ella nunca hemos observado la existencia de más árboles que ramas:
–La convivencia humana depende de dos conceptos (y de sus contrarios): la alegría (y la tristeza) de lo propio (y de lo ajeno).
–Las pasiones de la convivencia humana son ocho: la compasión, la envidia, el morbo, la alegría empática, la autoestima, la autocompasión, la melancolía y la nostalgia.
–La compasión es la tristeza propia por la tristeza ajena (pena me da tu pena).
–La envidia es la tristeza propia por la alegría ajena (pena me da tu contento).
–El morbo es la alegría propia por la tristeza ajena (contento me da tu pena).
–La alegría empática es la alegría propia por la alegría ajena (contento me da tu contento).
–La autoestima es la alegría propia por la alegría propia (¡qué contento me da mi contento!).
–La autocompasión es la tristeza propia por la tristeza propia (¡qué pena me da mi pena!).
–La tristeza propia por la alegría propia es la contradicción del melancólico (pena me da mi contento).
–La alegría propia por la tristeza propia es la contradicción del nostálgico (contento me da mi pena).
–Dos altas pasiones (la compasión y la alegría empática) son las luces, y dos bajas pasiones (el morbo y la envidia) son las sombras de la convivencia humana.
–Cuatro pasiones íntimas (la autoestima, la autocompasión, la melancolía y la nostalgia) matizan las altas y las bajas pasiones de la convivencia.
–La compasión es el motor del progreso moral.
–La alegría empática es el motor del progreso social.
–La envidia es la resistencia al progreso social.
–El morbo es la resistencia al progreso moral.
–La autoestima es el motor del progreso creativo.
–La autocompasión es la resistencia al progreso creativo.
–Haga lo que haga un ciudadano, vaya éste por donde vaya, siempre ocupará el centro de un círculo dentro del cual habita, como mínimo pero no a lo sumo, otro ciudadano ofendido por su mera existencia.
–La historia de la infamia la escriben iluminados convencidos de que han sido enviados a este mundo para velar por el mantenimiento de una identidad colectiva.
–Infamia de la identificación colectiva: odiar lo ajeno como estimulo para amar lo propio.
–Podría ser de otra manera, pero resulta que no lo es: el odio a lo ajeno cohesiona más que el amor a lo propio.
–Las disciplinas científicas son de dos clases: las que ponen el acento en reconstruir lo que ya ha ocurrido y las que ponen el acento en anticipar lo que va a ocurrir.
–Disciplinas que tratan de anticipar la historia: física, química, meteorología, medicina, farmacia, sociología, política, economía.
–Geografía: despliegue del espacio una vez fijado el tiempo.
–Historia: despliegue del tiempo una vez encuadrado el espacio.
–Política: arte de tomar una única decisión a partir de un colectivo de decisiones únicas.
–Un león macho majestuoso patrulla sus dominios para asegurarse de que no hay ningún intruso, porque “para eso le pagan”.
–Complejidad versus incertidumbre: la historia de todo lo vivo y de todo lo vital.
–El agua tiene piel y gracias a ello existen la gota, la burbuja y la pompa: la primera es agua por dentro y aire por fuera; la segunda es aire por dentro y agua por fuera; la tercera es aire por dentro y aire por fuera, todas con la piel de agua.
rivonrl@gmail.com
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