Opinión

Quadri y fascismo en la UAQ

Por Ángel Balderas Puga

Gabriel Quadri pensó, equivocadamente, que su visita a nuestra Universidad, el 14 de mayo, sería un paseo. Es muy probable que él mismo se haya creído el cuento de su “gran popularidad” después del debate presidencial. En esencia, fue víctima de su propio engaño.

Ambiente controlado

Muchos miembros de la comunidad universitaria no pudimos ingresar al aula Díaz Ramírez porque había sido “tomada” por el Partido Nueva Alianza (Panal). En la parte central del recinto había muchas personas que no parecían ni alumnos, ni docentes, ni trabajadores de la UAQ, más bien parecían personas llevadas ahí por el Panal. El ingreso en las puertas era controlado por hombres que portaban playeras blancas. Al inicio, muchos pensamos que se trataba de personal de vigilancia de la Universidad pero luego descubrimos que no era así, su playera tenía el logo del Panal. Es natural que esto irritara a varios jóvenes, que se lamentaron de esa situación.

Cuando inició la sesión de preguntas, personal del Panal se acercó al candidato con un conjunto de tarjetas blancas en donde estaban las supuestas preguntas, que nadie sabe de dónde salieron ni quién las hizo pues nunca se invitó al público a formular sus preguntas por escrito ni se pasó tarjeta alguna. Esta situación calentó más los ánimos de los estudiantes que comenzaron a gritar “queremos preguntar, queremos preguntar”. La presión estudiantil obligó a los organizadores, muy a su pesar, a abrir el micrófono a los estudiantes presentes.

Quadri descontrolado

A pesar de que muchos estudiantes se quedaron fuera del recinto, otros más lograron entrar e incluso estar al frente, por lo que en la sesión de preguntas, varios de ellos tuvieron la oportunidad de cuestionar al candidato. Su descontrol fue evidente. No esperaba un auditorio crítico, informado y preparado. Los estudiantes que preguntaron dieron su nombre y su área de especialidad, comunicación, criminología, derecho, matemáticas, economía.

Una egresada de comunicación lo cuestionó sobre su propuesta de crear en México una policía militarizada como los carabineros chilenos. La estudiante señaló que había estado en Chile el año pasado y le había tocado oler los gases lacrimógenos que los carabineros arrojaron para reprimir a los estudiantes chilenos que luchan por revertir la privatización de la educación chilena, impuesta a sangre y fuego por una dictadura militar fascista. La estudiante afirmó que fue testigo de las agresiones de los militares a menores de edad desarmados y le preguntó a Quadri que si eso quería para México, militares disfrazados de policía que reprimen a estudiantes desarmados que luchan por sus derechos. Quadri se salió por la tangente, le dio varias vueltas al asunto y no contestó, o más bien “contestó” con el estribillo que quería para México “la mejor Policía del mundo”, eludiendo la objeción principal.

Quadri el mentiroso

¿Quién puede creerle a Quadri que la nefasta Elba Esther Gordillo, dueña del Panal, no tuvo nada que ver con su candidatura? Es ofender a la inteligencia presentarse como un ciudadano honesto cuando en realidad se representa a uno de los personajes más nefastos de la política mexicana. Quadri intentó defenderse afirmando que fue el único partido que le abrió las puertas (¿eso significa que intentó postularse por otro partido y que no lo logró?). Un estudiante le rebatió que, por congruencia, si a él, Elba Esther le hubiera ofrecido la candidatura por parte del Panal, él habría rechazado, a lo que Quadri no supo que contestar, se la quiso quitar preguntando por la corrupción en otros partidos. Una vez más eludió la cuestión central y los estudiantes, que no son tontos, lo notaron por lo que comenzaron, nuevamente, los gritos de “títere de Elba Esther”.

Un día después, en León, Quadri acusó a los estudiantes de la UAQ de “fascistas” y de querer acallar la verdad.

Un egresado de matemáticas lo cuestionó sobre su propuesta de privatizar Pemex y le señaló que en la clasificación de Energy Intelligence sobre las mejores empresas petroleras del mundo, cuatro de las primeras cinco, son 100 por ciento estatales y sólo una privada, la número tres. Quadri contestó que esa clasificación sólo tomaba en cuenta las reservas y no otros factores, lo que es totalmente falso pues dicha clasificación se basa en seis indicadores: reservas de petróleo y gas, producción de petróleo y gas, capacidad de refinación y volumen de ventas.

Quadri el fascista

Es un verdadero despropósito de Quadri tildar de “fascistas” a nuestros estudiantes, sólo porque lo cuestionaron. En todo caso él está mucho más cerca del fascismo que nuestros alumnos. Quadri acusa a los estudiantes de intentar “reventar el diálogo” cuando en realidad los estudiantes lo que pedían era, precisamente, un diálogo no un monólogo. En todo caso el fascista y reventador fue el mismo Quadri al querer que sólo se hicieran preguntas a modo. En todo caso el fascista es él, declarado admirador de los carabineros chilenos, policía militarizada que participó en el golpe de Estado de 1973 en contra de Salvador Allende, quien había sido elegido democráticamente.

anbapu05@yahoo.com.mx

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