Anécdota y filosofía
Por: Edmundo González Llaca
Después del triunfo electoral de Francisco Domínguez, muchos de sus críticos han procedido a ponerle reversa a su pasado y empiezan a encontrarle al gobernador electo cualidades que antes no le veían por ningún lado.
El arrepentimiento oportunista no es nada nuevo. Analicemos la información del periódico Moniteur respecto a la huída de Napoleón de la Isla de Elba, en 1815:
9 de marzo: «El monstruo escapó del lugar de su destierro.»
10 de marzo: «El ogro corso ha desembarcado en Cabo Juan.»
11 de marzo: «El tigre se ha mostrado en Gap. Están avanzando tropas por todos lados para detener su marcha. Concluirá su miserable aventura como un delincuente en las montañas.»
12 de marzo: «El monstruo ha avanzado hasta Grenoble.»
13 de marzo: «El tirano está ahora en Lyon. Todos están aterrorizados por su aparición.»
18 de marzo: «El usurpador ha osado aproximarse hasta 60 horas de marcha de la capital.»
19 de marzo: «Bonaparte avanza a marcha forzada, pero es imposible que llegue a París.»
20 de marzo: «Napoleón llegará mañana a las murallas de París.»
21 de marzo: «El emperador Napoleón se halla en Fontainebleau.»
22 de marzo: «Ayer por la tarde su Majestad el Emperador hizo su entrada pública a las Tullerías. Nada puede exceder el regocijo universal.»
La nueva realidad es que el monopolio de la información se ha derrumbado, ahora no solamente la transmiten los medios de comunicación sino que todo ciudadano es un reportero; un gambusino en búsqueda de cualquier información y en el registro de opiniones. Las redes sociales tienen memoria y el contrapeso de la ciudadanía evitará las maromas sorpresivas de las simpatías políticas.
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