Caprichos, eje de las acciones gubernamentales
Por: Luis A. Alegría
PARA DESTACAR: La tauromaquia como patrimonio inmaterial del estado y la creación del maratón de Querétaro, son ejemplos de cómo gustos personales del entonces gobernador José Calzada trascendieron al espacio público. En el caso del maratón, el actual gobernador, Francisco Domínguez, cedió su preparación a una empresa externa.
No todos los gustos personales sobrevivieron al cambio de partido en el poder
Las acciones emprendidas por los gobiernos, tanto municipales como estatales, deben estar guiados hacia el beneficio de los ciudadanos, pero en ocasiones la toma de decisiones de los encargados de la administración pública vienen de un gusto o situación personal.
Lo casos más comunes, que se han vuelto parte de algo ‘normal’, es el pintar oficinas, parques y otros edificios con los colores de la administración que entra, para dar los primeros cambios en el lugar; normalmente la gama de colores utilizados es a partir de los que representen al partido que ha llegado al poder.
Esta situación la presentó el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) de Querétaro, pues, durante la gestión de Sandra Albarrán de Calzada uno de los distintivos era una catarina o mariquita en colores rojo y negro; la cual fue eliminada de todos los edificios de DIF, por ser parte de la administración pasada.
La nueva administración del DIF, a cargo de Karina Castro de Domínguez, cambió este símbolo por un ave de color morado, rodeada de lo que simulan ser plantas de color verde; este cambio todavía no se ha realizado en todas las dependencias del DIF; en algunas se puede observar todavía el antiguo logo tapado.
Estas decisiones, que parecen guiadas por los gustos personales, a veces son aceptadas por la ciudadanía e incluso las convierten en parte de su identidad como habitante del lugar; pero en ocasiones estas chocan con la forma de ver al mundo, ocasionando un enfrentamiento entre las determinaciones de la administración y la población.
Calzada y el Maratón
En 2011 se hizo oficial la celebración del primer maratón en la ciudad de Querétaro. Para la primera edición, la organización corrió por parte de la cervecería Grupo Modelo llevando el nombre de Maratón 2011 Corona Querétaro; pero el evento fue impulsado por el Gobierno del Estado.
José Calzada Rovirosa, quien gobernador de Querétaro entre 2009 y 2015, es gran fanático de correr así lo señaló en su blog personal; inclusive uno de los espectaculares más recordados durante su campaña política hacía referencia a este gusto. José Adolfo Ibinarriaga, socio de Cuarto de Guerra, encargado de la campaña de Calzada, señaló que era “la pieza más emblemática y audaz de la campaña: una imagen del candidato corriendo, sudado, con sus audífonos con un posicionamiento de la marca ‘Pepe Calzada’, pero sólo con un pequeño logo del PRI y abajo la leyenda: ‘Todo es posible, vota con fuerza’.”
El Maratón de 2012 también fue organizado por la compañía cervecera, pero para la edición de 2013 el gobierno del estado tomó completamente la organización del evento, sin agregar alguna marca al evento; que se mantendría hasta el maratón del año 2015. Este evento generó una respuesta positiva por parte de la gente, ya que en cada edición que se ha realizado el número de participantes en el evento ha aumentado; en 2011 se registraron 9 mil participantes y para el 2015 fueron 19 mil, es decir, un crecimiento de 10 mil personas en cuatro años.
A pesar de este crecimiento y del interés que genera el evento del maratón, la actual administración de Francisco Domínguez Servién, decidió ceder la organización de este, además de cambiar el nombre y el concepto. Este año será conocido como “Rock ‘n’ Roll Querétaro Maratón”, que a la vez forma parte de una franquicia que tiene carreras en diferentes partes del mundo.
Tauromaquia, patrimonio inmaterial de Querétaro
A menos de tres meses de haber entrado en funciones, el 18 de diciembre del 2012, la LVII Legislatura del Estado de Querétaro, presidida por Braulio Mario Guerra Urbiola, aprobó un decreto con el cual se declaró la fiesta de toros como patrimonio cultural inmaterial del estado de Querétaro.
El decretó contemplaba la celebración de un festival taurino el tercer fin de semana de mayo, con el fin de conmemorar la ‘tradición’, mantenerla y promoverla. Esta iniciativa fue apoyada por José Calzada Rovirosa, quién en su juventud fue novillero –los cuales se enfrentan a toros menores de cuatro años y con peso menor a 400 kilos- participando en un total de 36 corridas en el país. Además fue miembro del grupo Forcados Querétaro, donde algunos reportes señalan perdió un ojo.
Uno de los principales promotores de esta iniciativa fue Marco Antonio León Hernández, entonces diputado por Movimiento Ciudadano, quién sería acusado por integrantes de su partido –como José Luis Aguilera Ortiz- de haber recibido un soborno para realizar esta promoción. El suceso no pasó desapercibido, algunos grupos defensores de los derechos de los animales quienes se quejaron sobre esta determinación de la Legislatura local y solicitaron que dicho decreto fuera desechado, pero hasta el momento la tauromaquia se mantiene como patrimonio del estado.
La remodelación del Jardín Guerrero
El 30 de abril de 2013, Roberto Loyola Vera, en aquel momento presidente municipal de Querétaro, dio el banderazo para la remodelación del jardín Guerrero en el centro de la ciudad. El proyecto tendría una inversión de 10 millones de pesos y contemplaba –entre otras cosas- la remoción de la fuente ubicada al centro del jardín.
Esta remodelación causo inmediatamente la reacción de los habitantes de la ciudad, de los cuales una gran parte se manifestaron en contra de la remoción de la fuente; lo que llevo a una serie de protestas en contra de la obra.
Los descontentos señalaron que la obra propuesta por Loyola Vera era innecesaria, ya que la plaza se encontraba en buenas condiciones y no requería la remodelación; el principal razonamiento fue que la fuente formaba parte de los monumentos históricos, aunque la fuente original de la plaza ya había sido quitada del lugar.
Por su parte Roberto Loyola señaló que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya había dado el visto bueno a la ‘modernización’ del Jardín, ya que el diseño de este era reciente y no podía incluirse dentro de los lugares históricos protegidos.
La idea de Loyola Vera era ‘modernizar’ el jardín para que se acercara más a la imagen que se quería mostrar de Querétaro, pero la presión de la gente logró que la fuente se mantuviera. Únicamente se realizaron modificaciones en la explanada y las formas de acceso al lugar que permitieron la movilidad de personas discapacitadas.