Ceseco, indispensable para comunidades marginadas: Fernando Gamboa
Una consulta con un profesionista particular puede ascender a los 500 pesos; en el Ceseco tiene un costo simbólico cercano a los 50 pesos por paciente
Por: David Eduardo Martínez Pérez
De acuerdo con Fernando Gamboa Márquez, académico de la Facultad de Psicología de la UAQ, las Centrales de Servicios a la Comunidad (Ceseco) que administra la Universidad para dar atención psicológica a personas de escasos recursos, son un elemento indispensable para la sociedad debido a que es la única manera en que personas que residen en comunidades alejadas puedan acceder a los servicios de salud mental.
Gamboa Márquez mencionó que mientras una consulta con un profesionista particular puede costar hasta 500 pesos, las consultas que se realizan en estos centros tienen un costo simbólico que en promedio se acerca a los 50 pesos por paciente.
“Evidentemente hay gastos en todo el proceso de consulta; los centros necesitan agua, necesitan luz y sobre todo necesitan mantenimiento. Lo que nosotros pretendemos con estos cobros simbólicos es no dejar todo el gasto en manos de la Universidad.”
El académico puntualizó que hay centros con estas características en todo el estado, incluidos los más antiguos, que están en el interior de la zona metropolitana, concretamente en Lomas de Casablanca y en la localidad de Santa Bárbara –municipio de Villa Corregidora.
En este momento se encuentra en proceso de apertura otro centro con estas características que ofrecerá consulta psicológica para los habitantes de San Juan del Río y otros cuatro municipios, cuya situación económica no les permite pagar a un profesionista particular.
“En San Juan ya habíamos abierto un centro, hará varios años. No funcionó porque en ese momento no contábamos con alumnos que nos pudieran apoyar allá. Ahora tenemos una plantilla de estudiantes en San Juan que nos pueden brindar colaboración en la atención de los pacientes”, explicó.
En ese sentido, el especialista en Psicología Social consideró que una gran ventaja que ofrecen estos centros es la posibilidad de que el estudiantado se comprometa con la profesión y realice sus prácticas frente a pacientes.
“No estamos jugando con los pacientes ni experimentando con ellos. Los alumnos son totalmente capaces de realizar su trabajo y reciben asesoría constante de aquellos profesores capacitados para ofrecerla. Muchos de nosotros iniciamos nuestro trabajo profesional en ese tipo de instalaciones”, recordó.
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