Seguridad privada, responsable de la agresión contra afición de Atlas

Una vez más, la violencia del futbol se presentó en Querétaro.
Las barras de Gallos Blancos y Atlas se en encontraron y protagonizaron una batalla en la que miembros de seguridad privada del Estadio Corregidora se vieron envueltos hasta el punto de lanzar golpes contra los seguidores del equipo visitante.
Los aficionados de Atlas pretendían “colgar” mantas en la malla visitante, cuando elementos de seguridad privada OEP ingresaron a la zona para impedírselos. Fue en ese momento que poseída por la pasión, la Barra 51 interceptó y golpeó a un elemento de seguridad, provocando la ira de los locales.
El inicio del partido ya marcaba disputas entre los aficionados. Con frases como “nos han visto copar a los putos del Atlas”, miembros de la porra denominada resistencia albiazul amedrentaban a la Barra 51 del Atlas.
Ellos, a su vez, respondían al unísono: “recuerda gallo por mí no estás en Primera”, haciendo alusión al partido celebrado hace tres años en Jalisco, en donde Querétaro descendió.
Integrantes de la resistencia albiazul corrieron al lugar al percatarse del incidente, mientras los guardias de la OEP, enojados porque uno de sus compañeros había sido golpeado, alentaban a aficionados del Querétaro en contra de los visitantes.
Una guerra de vasos marcó el inicio de la disputa. Entre palabras, escupitajos y señas, se amenazaban mutuamente las porras. En el momento en que los aficionados rojinegros rompieron la malla y tiraron la puerta, aquello parecía una avalancha roja que chocaría contra una azul.
Golpes, puñetazos, vasos y hasta piedras fueron utilizados como arma de defensa. Abajo, en la zona especial oriente, un grupo de personas, en su mayoría familias, era protegido por elementos de la policía estatal ante las amenazas de los locales.
Un grupo de personas que portaba playeras del Atlas, pero que no pertenecían a la Barra 51, tuvo que ser protegido por los uniformados ante las amenazas y la guerra de objetos de los que eran víctimas.
Al medio tiempo, jugadores como Miguel Zepeda, Gonzalo Vargas y Darío Botinelli, pedían a sus aficionados que conservaran la calma, ante la posibilidad de suspensión del juego por parte del árbitro, Mauricio Morales.
Apenas comenzado el segundo tiempo, la policía estatal tuvo que pedir a aficionados de Atlas que se retiraran, pues los integrantes de la seguridad privada OEP no los protegían más.
En ese momento, unos 200 integrantes de la resistencia albiazul intentaron salir del estadio para encontrarlos en el estacionamiento, lo cual fue impedido por las autoridades.
El saldo de la gresca fue de poco más de 200 heridos, uno de ellos de gravedad, en tanto los miembros de Atlas fueron retirados del Estadio.
Aunque Atlas es un equipo oriundo de Guadalajara, los integrantes de la Barra 51 que fueron al estadio provenían del Distrito Federal, sede de una célula de esta porra.