Diecisiete
Por: Víctor López Jaramillo
Los universitarios tenemos algo que decir. Y el espacio público para ello es un medio de comunicación. Por ello, un 24 de febrero de 1997 comenzó a circular el primer número de Tribuna Universitaria. Entonces era un catorcenario de 12 páginas, pero desde su primer número dejó en claro su carácter crítico.
En ese hoy histórico primer número, el periodista Juan Trejo Guerrero, hoy cronista de la Universidad Autónoma de Querétaro, al rememorar el origen del nombre del semanario al vincular el espíritu periodístico con otro semanario del mismo nombre del medio siglo queretano dijo que: “Hacer periodismo de oposición cuando la libertad de imprenta se vuelve un desafío, es ir del código moral de periodista al código penal del intolerante. Hacerlo en provincia, en el Querétaro de hace unas décadas, cuando la opinión pública en México estaba confinada en hojas semanarias, en partidos sin registro y en sindicatos perseguidos, era un mérito mayor”.
Por su parte, el Rector José Alfredo Zepeda Garrido escribió en la primer carta enviada a la naciente publicación que “los universitarios tenemos algo que decir, tenemos ideas y tenemos propuestas que no pueden quedarse en los cubículos o en las bibliotecas. Es tarea nuestra como universitarios incidir en la opinión pública. Es tarea nuestra contribuir a –desde la investigación académica, el análisis político y la crítica social- a que la Universidad cumpla con una tarea que le encomendaron sus fundadores: ser agente de cambio.”
“Tribuna… quiere contribuir al conocimiento y transformación en Querétaro; quiere contribuir a la formación de un clima de convivencia plural, tolerante y libre. Y quiere contribuir a la ampliación de los espacios de expresión y formación de estudiantes, docentes e investigadores sociales”.
Hace ya 17 años. El primer director fue Carlos Dorantes González y el consejo editorial estaba integrado por el propio rector José Alfredo Zepeda Garrido, Jorge A. Lara Ovando, Juan Trejo Guerrero y Efraín Mendoza Zaragoza.
Hoy, de ser Tribuna Universitaria a ser Tribuna de Querétaro, al ser un semanario con 20 páginas más una serie de suplementos, sumado a la presencia en internet (o la supercarretera de la información como solía denominársele en sus primeros años), esta publicación mantiene vivo el espíritu por el que fue creado y mantiene vigente unos de los principales elementos del periodismo, de acuerdo con Bill Kovach y Tom Rosentiel:
El periodista debe lealtad ante todo, a los ciudadanos.
Que así siga siendo y Tribuna de Querétaro cumpla muchos años más.
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