La nueva temporada de Euphoria: más oscura, más sombría y más dramática.

En 2019 HBO estrenó la primera temporada de Euphoria, una serie dirigida un público adulto, pero protagonizada por personajes juveniles y, desde su lanzamiento, impactó en la cultura popular, siendo tendencia semana tras semana durante todo el lapso de su emisión. Este año, después haberse retrasado por la pandemia, se emitió la segunda temporada y ha dado mucho de qué hablar.
Dirigida por Sam Levinson y siendo la versión estadounidense de la versión Israelí de Ron Leshmen y
Daphne Levi, Euphoria cuenta la historia de un grupo de adolescentes que sumergen su vida en el mundo de las drogas, el sexo, las redes sociales, el amor y el trauma, todo contado desde la perspectiva de Rue Bennet (Zendaya), una drogadicta en rehabilitación.
La primera temporada nos sirvió para conocer a cada uno de los personajes, para entender el trasfondo de sus personalidades y poder empatizar, de alguna manera, con la forma en la que estos adolescentes lidian con su vida. Sus historias se nos presentaron con brutalidad, de tal forma que cada episodio conseguía despertar emociones intensas en los espectadores. Mucho de esto debido a que los protagonistas se dejaban llevar por aquello que les provocara la euforia sin importar las consecuencias.
Tenemos por ejemplo a Kat (Barbie Ferreira), quien se involucró en la pornografía después de haber encontrado cierta validación al sexualizar su cuerpo. O también está Nate, quien definitivamente sólo sabe expresarse a través de la ira.
Esta segunda temporada se siente más como la consecuencia de toda la adrenalina que nos dejó la primera. Es el trago amargo de nuestros protagonistas al enfrentar las consecuencias de sus actos. Si la primera temporada fue intensa, está resulta ser un poco más calmada, pero cruel.
Uno de los grandes pilares de la serie es que desde el inicio se caracterizó por su estética. Durante su estreno, Euphoria estuvo llena de brillantes colores neones, de tonos azulados y de un juego de luces psicodélicas que hacían que tan solo por el valor visual valiera la pena verla. Los nuevos episodios son, en cambio, tonos más cálidos, en donde abundan las sombras y la imagen se ve granulada. Así mismo, las situaciones que siguen a nuestros protagonistas son ahora más serias. Sus traumas se vuelven más profundos, sus miedos más latentes y sus relaciones se ven cada vez más afectadas.
Algo que también se debe destacar es que las actuaciones son de lo mejor. Zendaya y Sidney Sweeney son las más destacadas en este rubro, pues el nivel de emoción que le han puesto a sus respectivos personajes es tal que sus escenas han sido de las más comentadas.
Euphoria también ha hecho un gran trabajo al hablar sobre temas que siguen siendo, hasta cierto punto, taboo, sin cometer el terrible error de romantizarlos. El tema de las adicciones y los problemas de salud mental, por ejemplo, han sido retratados con mucho cuidado, atribuyéndole su nivel de importancia e intentando combatir prejuicios alrededor de las personas que viven situaciones similares.
La nueva temporada llegó con un tono más serio, más complejo, y con miras de volverse aún más denso en cuanto a narrativa audiovisual. Es por eso que no puedes perderte Euphoria, que ya está a nada de terminar la emisión de su segunda temporada.