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Huimilpan, el primer reto del panismo hegemónico

Por: Víctor López Jaramillo

Para cerrar un año que políticamente ha sido atípico, esta semana arrancaron las campañas políticas para la elección en el Ayuntamiento de Huimilpan. Es la segunda campaña electoral de un año en donde Querétaro tuvo tres gobernadores y la capital cuatro alcaldes. Un año en donde el PRI se derrumbo electoralmente y el PAN volvió a ser hegemónico.

Dentro de este cuadro, destaca Huimilpan, municipio integrante de la Zona Metropolitana de Querétaro (ZMQ), que pese a formar parte de esta mancha urbana, mantiene rasgos que lo diferencian claramente del resto de los municipios de la ZMQ (Querétaro, El Marqués y Corregidora), entre los que destaca la alta migración.

Durante las elecciones del pasado 7 de junio, Huimilpan presentó un foco rojo durante la jornada electoral. Denuncias de violencia y coacción del voto surgieron durante la cobertura periodística de ese día.

Los resultados de las urnas arrojaron que el triunfador fue Juan Guzmán Cabrera, lo cual significaba una gran mancha en la jornada de triunfo panista. Dos de los municipios que gobernaban de la ZMQ los habían perdido, recuperaban la capital, mantenían Corregidora pero perdían El Marqués y Huimilpan.

Huimilpan resultó un punto sensible y de alto interés para el panismo y el gobierno electo.

Las impugnaciones procedieron y en septiembre, el Tribunal Electoral del Estado de Querétaro decidió anular la elección, con lo que el triunfo del Partido Nueva Alianza y Juan Guzmán Cabrera quedaba en el aire.

Se definió que la nueva fecha para realizar elecciones sería este 6 de diciembre. El juego político había empezado nuevamente.

Seis meses después, los jugadores son casi los mismos pero el escenario electoral que se presenta para esta elección es completamente diferente al del 7 de junio.

Tras los resultados electorales, los partidos políticos sufrieron un reacomodo en sus fuerzas internas y esto se reflejó en las candidaturas. Esto, además de la resolución del Instituto Nacional Electoral que señaló que los partidos debían presentar candidatos del mismo género que los presentados el 7 de junio.

Ello implico reacomodos, también por las nuevas alianzas que hicieron las fueras políticas. Así, se llegaron a conformar dos bloques, uno conformado por el PAN y PRD y otro por el PRI, PVEM y Panal.

En este reacomodo y tras la postura del INE, el ganador de la elección anulada quedaba fuera de la jugada, toda vez que el Panal respaldó la candidatura del PRI, quien propuso a Celia Durán, quien había quedado en tercer lugar previamente.

El bloque PAN-PRD, originalmente buscaba postular a Juan Pablo Heinze. Sin embargo, el llamado del INE, los obligó a repetir la postulación de su hermana, Cristina Heinze. Movimiento Ciudadano se sumó a esta candidatura con apoyo moral.

¿Quedó fuera Juan Guzmán de la carrera por la presidencia municipal? No, no quedó fuera. Con una bandera política distinta, Guzmán Cabrera es postulado por el Partido Encuentro Social, que en la pasada elección gubernamental de junio apoyó moralmente a Roberto Loyola, candidato del PRI, PT, Verde y Panal.

La primera elección fue muy cerrada. El Panal obtuvo 28 por ciento, el PAN, 24 y el PRI 23. Ninguno de los tres primeros lugares alcanzo el 30 por ciento. El PRD obtuvo un 8.7 y Movimiento Ciudadano un 5.6%.

Durante la primera elección, la candidata de Morena, María Guadalupe Vázquez Miranda, jugó un papel meramente testimonial al obtener menos del dos por ciento de los votos. Sin embargo, ahora repite candidatura.

La novedad es la candidatura del PT, que hace seis meses iba en bloque con el PRI. En esta ocasión decidió lanzar por su cuenta la candidatura de Zenaida Salinas.

La principal diferencia con el escenario de junio es que ahora la Casa de la Corregidora está en manos del panismo y éste apostará por refrendar su hegemonía en el estado.

Los partidos prevén nuevamente un escenario de tres tercios, donde los nuevos pactos jugarán un papel importante. Por ello, el PAN ha cerrado filas con el PRD y Movimiento Ciudadano, los cuales sumaban un 14 por ciento de la votación; este porcentaje, sumado al 24 por ciento del PAN, daría una mayoría.

Pero a aritmética electoral no es tan simple. Las acusaciones en contra de Juan Guzmán no han pesado en su contra y pretende demostrar su popularidad nuevamente.

El primer reto electoral del panismo hegemónico ha llegado demasiado pronto y tiene un retador que no es tricolor, sino cuyas raíces son de extracción distinta a las de la tradicional clase política.

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