Nuevo gobierno, viejos conocidos
Por: Víctor López Jaramillo
Pareciera que el gobierno de Calzada fue sólo un paréntesis de un gobierno panista de largo plazo. El neocalzadismo fue sólo una quimera, una breve pausa del régimen panista.
Hoy, Francisco Domínguez, tercer gobernador panista en cuatro sexenios, parece una continuación del gobierno de Francisco Garrido al incluir alfiles de Garrido en puestos fundamentales de gobierno. De un fallido neocalzadismo hemos arribado al postgarridismo.
Tras un largo compás de espera, casi cuatro meses, finalmente Francisco Domínguez Servién rindió protesta como gobernador del estado de Querétaro para ser el tercer gobernador emanado de las filas de Acción Nacional, después de Ignacio Loyola Vera y Francisco Garrido Patrón.
En una ceremonia fastuosa en Plaza de Armas, que recuerda al clásico estilo populista del PRI más rancio, frente a lo que será la oficina desde donde tomará las decisiones que rijan los destinos del estado, Francisco Domínguez presentó a su gabinete, en el cual destacaron algunas sorpresas y se confirmaron otros funcionarios.
Destaca, como ya hemos mencionado, la inclusión de miembros relevantes del gobierno de Francisco Garrido (2003-2009) en el gabinete de Domínguez, señal inequívoca que el garridismo sigue vivo, que logró sobrevivir al calzadismo con la inclusión de Alfredo Botello, Ricardo Anaya y Marcela Torres en cargos legislativos.
Hoy, Francisco Domínguez echa mano de parte del resto del equipo garridista para formar su gobierno.
Juan Martín Granados en la secretaría de Gobierno, Juan Manuel Alcocer Gamba en Planeación y Finanzas y Alfredo Botello, son los caballos de Troya que hereda Domínguez del gobierno de Garrido.
Acostumbrados a que el país y el estado se refunde cada seis años y todo dependa del estilo personal de gobernar, como decía Daniel Cosío Villegas, por lo menos en el discurso de presentación de gabinete, Domínguez entiende que no puede ser mas así.
Ante una abarrotada Plaza de Armas, el gobernador constitucional dijo: “El cambio de gobierno no significa refundar a nuestro estado; sería irresponsable reiniciar cada seis años. Es resultado del esfuerzo de muchas generaciones, de muchos gobiernos, de miles de ciudadanos, como cada uno de ustedes. Esta alternancia responde al mandato ciudadano. Nuestras instituciones y políticas públicas deben ser mejor para todas sus familias.”
Quizá en el fondo, el mensaje es que viene a continuar la obra panista. O quizá, dándole el beneficio de la duda, entiende que, como decía un viejo adagio, los hombres están de paso mientras que las instituciones permanecen.
Ante el incremento de los índices de violencia en las postrimerías del neocalzadismo, que tuvo como gobernador sustituto a Jorge López Portillo, la respuesta de Domínguez es apostar por la seguridad. En esto, su discurso es igual al que manejó su partido en 2009, cuando priorizaron dicho tema pero los votantes optaron por el discurso neocalzadista del bienestar económico.
Francisco Domínguez señaló que la prioridad de su gobierno será la seguridad, “recuperar la tranquilidad de las familias, que disfruten de sus espacios, de sus banquetas, de sus parques, de sus espacios deportivos, culturales, les daremos certeza de lo que pasa, a fin de que la prevenir con las mejores herramientas para enfrentar a la delincuencia.”
Se inicia el ciclo del gobierno de Francisco Domínguez con muchos proyectos y ánimos renovados. Sin embargo, recordemos que el gobierno de José Calzada también comenzó así y terminó sumamente desgastado. A igual que el gobierno de Francisco Garrido, quien prefería que le dijeran Paco, al igual que Domínguez, que se siente más cómodo cuando le dicen Pancho.
Inicia la montaña rusa de seis años de gobierno. De los protagonistas dependerá repetir el destino y terminar el proceso anquilosados como Garrido o Calzada, o bien, ser capaces de trascender el sexenio.
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