Religión, pobreza e injusticia, propician desinformación en temas reproductivos: Lluvia Cervantes
Educar con silencios: Cultura reproductiva indígena
Por: Miriam Martínez
En comunidades indígenas del estado, la desinformación se ha convertido en el principal factor que limita a las mujeres al tomar decisiones sobre su propio cuerpo, advirtió Lluvia Cervantes Contreras, coordinadora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser) en Querétaro.
La activista enfatizó que cuestiones como la religión estereotipan estos temas e impiden que las mujeres indígenas puedan tener mayores elementos para tomar estas decisiones. Además, afirmó que la pobreza y la falta de acceso a la justicia también contribuyen a la desinformación en estos temas.
“Se alejan de los avances científicos. Tienen tintes moralistas de ciertas religiones; por ejemplo, sabemos que todavía es muy complicado hablar de la píldora de anticoncepción de emergencia porque le tienen cierta resistencia o creen que es abortiva, sin saber exactamente cómo funciona y qué hace.
“Esto provoca que a veces no haya presupuesto para poderla comprar, o ni siquiera haya campañas específicas”, consideró.
En comunidades indígenas “se educa a través de silencios. No se puede hablar de esos temas, inculcan pena o vergüenza de tu propio cuerpo; y eso a final de cuentas son conceptos educativos que desafortunadamente después inician vidas sexuales activas sin información, sin acceso a métodos anticonceptivos que les permitan regular su fertilidad o tomar decisiones sobre ella.”
A lo largo de su quehacer cotidiano como activista, la también coordinadora del Área de Educación Continua de la Facultad de Filosofía manifestó que le ha tocado conocer o saber de casos de muchas mujeres indígenas que ni siquiera tienen un bienestar sexual.
“Es muy común que lleguen a consultorios de salud y un comentario recurrente con el que se encuentran los doctores es ‘mi esposo me ocupó anoche’”, lamentó.
La coordinadora de Ddser en Querétaro manifestó que aun en zonas urbanas, estas cuestiones están presentes y son ‘muy evidentes’; cuanto más en las zonas rurales puesto que ahí las mujeres se enfrentan con otro tipo de problemáticas, como el idioma.
Comentó que “no hay campañas específicas que permitan que las personas que no hablan español puedan tener acceso a esta información… y a esto hay que sumarle la situación de pobreza y no tener acceso a la justicia. Todos estos factores imposibilitan que las mujeres tengan información laica, científica y gratuita en su idioma.”
Además, señaló que Santa Rosa Jáuregui y Pinal de Amoles son localidades donde se tienen más incidencias de embarazos adolescentes y la mayoría de éstos, no son deseados ni planeados entre jóvenes de 12 a 19 años.
“Tenemos localizado que por lo menos la tercera parte de los embarazos que se dan en todo Querétaro son de adolescentes”, advirtió.
Lluvia Cervantes consideró que esto repercute muchas veces en las vidas de estas mujeres, puesto que se enfrentan al embarazo solas y no tienen la posibilidad de seguir un proyecto de vida, lo que atrae factores de pobreza y la falta de educación.
El término “educación sexual” es utilizado por las autoridades, dijo, “como sinónimo de hablar de procesos biológicos: menstruación, prevenir un embarazo; pero esta información algunas veces ni siquiera llega a algunas comunidades indígenas”.
Los efectos de la reforma al artículo 2°
Entrevistada previo a la presentación del libro “La salud sexual y reproductiva de jóvenes indígenas: análisis y propuestas de intervención”, que se realizará el lunes 13 en el aula magna de la Facultad de Filosofía, la activista recordó que a partir de la reforma al artículo 2º constitucional –que protege la vida desde la concepción– tienen registrados 11 casos de mujeres detenidas por abortar.
“Hemos tenido información de que han salido bajo fianza, el delito de aborto es un delito no grave y que se puede salir bajo fianza. Eso sí, las van a obligar a salir bajo tratamiento psicológico como si fueran enfermas mentales”, alertó.
En otros estudios realizados por la misma red de asociaciones civiles, se encontraron con que la “Anticoncepción de emergencia” era el que menos presupuesto tenía asignado.
Entre las condiciones que viven las mujeres indígenas está que “se tienen que venir a las ciudades a vender artesanías, dulces. Aquí mismo son acosadas por inspectores, les quitan sus mercancías. En algunas ocasiones sus esposos o hijos emigran a los Estados Unidos, en busca de la manutención, pero a veces ya no regresan porque se pierden, entonces se quedan sin esta manutención que esperaban y ahora son las que se quedan a cargo de la familia”.
“También está la violación, han estado entrando grupos delictivos como por ejemplo en la zona de Amealco de Bonfil, donde han estado desapareciendo mujeres o aprovechan que ven a mujeres solas y se presentan esta clase de abusos”, relató Lluvia Cervantes.
{loadposition FBComm}