CULTURA DE PAZ: CONSTRUCCIÓN DESDE LO IMAGINARIO

La resolución de conflictos debe ser vislumbrada como una posibilidad de cambio, se requieren espacios de encuentro donde se ponga en marcha el diálogo de acuerdo con las diversas formas que existen del mismo.
Estamos inmersos en una sociedad cambiante, donde es difícil establecer lazos, diálogo, mostrarnos frente al otro, porque al mostrarnos implica el exponer quienes somos, desde nuestras carencias y ausencias.
Como lo menciona Zigmund Bauman, en Sociedad liquida, son inestables los lazos que nos unen y que conforman la humanidad, retoma a Castoriadis diciendo que estamos dentro de una sociedad que ha dejado de cuestionarse a sí misma. El ser humano se siente más seguro estando solo que en sociedad. Esto pareciera contradictorio, aunque estamos con personas se vive la ausencia acompañado de un profundo sentimiento de soledad y desamparo.
La Cultura de Paz puede ser esa resistencia, que evoca justo a la posibilidad de encuentro, de afianzar, de trabajar en colectividad, ir en contra del estado imperante que nos convoca a la competitividad por cooperatividad. Así mismo, coloca sobre la mesa la responsabilidad de las instituciones universitarias de transversalizar los programas académicos con los pilares de la educación aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir y convivir, aprender a ser. Se requiere un esfuerzo profundo que se dirija a una formación integral.
El trabajo realizado dentro de la comunidad estudiantil de la Facultad de Química, ha sido interesante desde muchos sentidos, al cuestionar acerca del imaginario sobre la representación de lo que significa la Paz en relación con los Derechos Humanos. La palabra paz es asociada con tranquilidad, bienestar, armonía y calma. Mientras que los derechos humanos se asocian con protección, dignidad y cuidados.
En la facultad se realizó una serie de talleres formativos para abordar el tema sobre cultura de paz y resolución de conflictos.
Fueron 3 talleres, con la participación de dos grupos de estudiantes (64 estudiantes), donde la comunidad estudiantil, pudo cuestionarse del por qué y para qué hablar de la Cultura de Paz dentro de los espacios universitarios.
En uno de los talleres se aplicó una muestra aleatoria para la aplicación de la prueba de Modelos de Conflictos de Kenneth Thomas y Ralph Kilmann para identificar los modelos de resolución de conflictos.
Thomas y Kilman (2008), nos habla de cinco modos en las cuales el ser humano maneja y afronta el conflicto, los cuales son: compitiendo, colaborando, compromiso, evitando y acomodando.
En los resultados obtenidos por las y los estudiantes se encontró que dentro de los modelos para solucionar conflictos un 6% es compitiendo, 31% colaborando, 24% comprometidos, 21% evitando y 17% acomodando. Esto quiere decir que las preferencias entre la comunidad estudiantil son por medio de la colaboración, lo que significan que buscan la mediación en el conflicto, donde se pueda satisfacer los intereses de ambas personas ante una problemática. Por otro lado, el modelo de compromiso hace referencia a que prefieren ceder antes de entrar a un conflicto. Posteriormente el modelo de acomodación puede ser cooperativo, pero no asertivo, cediendo a sus intereses por la otra persona. En el último modelo de competencia el cual se refiere procurar sobre los intereses individuales, tratando de ganar.
La población estudiantil se encuentra comprendida en un rango de edad entre 18 a 22 años. El instrumento fue aplicado a un 69% mujeres y a un 31% de hombres. Nuestro interés fue el de encontrar si los resultados estaban asociados con el género, se vislumbra marcadamente que en ambos el 25% a 30% buscan la colaboración y el compromiso. Lo anterior nos hace replantar la importancia de seguir trabajando con talleres como toma de decisiones y resolución de conflictos.
Al conocer los resultados las y los estudiantes pudieron reflexionar sobre la importancia de las relaciones de mediación. La importancia del acompañamiento socioemocional a la comunidad estudiantil ya que constantemente están viviendo situaciones de estrés y que pueden llegar a soluciones erróneas. Se requiere del trabajo continuo sobre la construcción de proyecto de vida, comunicación y el establecimiento de relaciones interpersonales.
Muñoz y Molina (2009) refieren que los seres humanos por su condición somos seres dependientes de nosotros mismos, como especie, incluso para poder sobrevivir y adaptarnos al medio en que vivimos. Así mismo habla sobre la necesidad de actuar de manera solidaria para llegar a confluir en espacios culturales y científicos de manera más profunda.
Nos deja reflexionando que el termino de paz va más allá de la correlación de ausencia de violencia. La cultura de paz es una noción vivida que es importante replantear desde cada espacio bio-psico-social.
Bibliografía
Bauman, Z. (2003). Modernidad liquida. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica de Argentina.
Jiménez Bautista, F. (2011). Racionalidad pacífica. Una introducción a los estudios para la paz. Madrid: Dikinson.
Muñoz, F. & Molina, B. (2009). Una cultura de paz compleja y conflictiva. La búsqueda de equilibrios dinámicos. Revista de Paz y Conflictos, 10(3): 44-61. Recuperado de: http://www.ugr.es/~revpaz/articulos/rpc_n3_2010_art3.pdf
Thomas, K., & Kilman, R., (2008), Modos de conflicto – instrumento, Perfil e informe interpretativo, CPP. Recuperado de: https://www.facilitadores-alfa.org/wp-content/uploads/2020/11/Instrumento-Modos-de-ConflictoKenneth-W.-Thomas-y-Ralph-H.-Kilmann.-Carlos-Garcia.pdf