Juntas y alzando la voz, no nos separemos

En México, la Primavera Violeta se volvió una coyuntura histórica en la que se visibilizó la violencia contra las mujeres en razón de género. Así, a finales de abril de 2016, Catalina Ruiz-Navarro —activista, columnista y fundadora de (e)stereotipas— creó el hashtag #MiPrimerAcoso. A las pocas horas de la publicación del twitt: “¿Cuándo y cómo fue tu primer acoso? Hoy a partir de las 2pm MX usando el hashtag #MiPrimerAcoso. Todas tenemos una historia ¡levanta la voz!”, el hashtag se volvió trending topic.
Tras la experiencia de exposición y visibilización, en la página web de (e)stereotipas compartieron cifras para la interrogante ¿Qué mostró #MiPrimerAcoso? La edad promedio en la que se reportaron más casos de acoso fue a los 8 años, 4 de cada 10 historias de acoso fueron en realidad abusos sexuales, 62 por cineto de los agresores fueron hombres desconocidos por la víctima y 47 por ciento de las agresiones ocurrieron en la calle.
Han pasado casi seis años desde que lo personal y lo político inundaron Twitter con #MiPrimerAcoso, aún seguimos luchando para que la normalidad del silencio sobre las agresiones que atraviesan a nuestras cuerpas se termine, por lo que desde diferentes trincheras hay mujeres que están alzando la voz por ti, por mí, por todas. Algunas de esas mujeres están reunidas entorno al proyecto Ahora que estamos juntas, largometraje documental en post producción, que trata sobre el acoso y abuso sexual callejero que niñas y mujeres vivimos diariamente y las respuestas que ante ello hemos generado.
El documental es la ópera prima de la realizadora visual Patricia Balderas, quien refiere que esta historia comenzó cuando fue invitada por Habitajes A.C. al taller Reapropiación del espacio público ante el acoso sexual en el transporte público, dónde conoció a veinte mujeres de edades y ocupaciones diversas, que hablaron de sus experiencias de violencia sexual en las calles. Patricia compartió que: “El encuentro inesperado con un grupo de mujeres detona en mí una serie de reflexiones con las que busco entender mi pasividad ante el acoso sexual callejero, mi historia y la de mi madre. Junto con ellas, descubro que en este mundo violento, acompañarme con mujeres, construir autodefensa y conservar la alegría es revolucionario.”
Ahora que estamos juntas ha crecido y se ha transformado en respuesta a los cambios del movimiento feminista de los últimos años, con el tiempo se han ido y se han integrado mujeres a este proyecto, sumando experiencias, haceres y saberes diversos. Actualmente, además de Patricia este proyecto cuenta con la participación de Alejandra Otero, Claudia Ruiz Capdevielle, Mónica Cruz Arcos, Natalia Cáceres de la Teja y Sara Karen Salas. Iniciativas como las antes mencionadas han puesto sobre la mesa las proporciones de este problema a través de la abrumadora cantidad de testimonios de mujeres que se atrevieron a compartir sus experiencias de abuso. Ha quedado al descubierto que estos actos, considerados por muchos inofensivos por ser tan comunes, no son un problema que afecta a unas cuantas, sino un mal generalizado. El acoso comienza cuando somos niñas, nuestra cuerpa es sexualizada desde que somos muy pequeñas, no nos acosan porque seamos bonitas, sexys, guapas, por cómo vestimos, etcétera; nos acosan porque pueden y nos responsabilizan por ello. Hemos aprendido a vivir en autodefensa, y ahora que estamos juntas no nos separemos.