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Poner orden

Una de las funciones de los órganos autónomos en general, y en particular los relacionados con la energía y el petróleo, es acotar al poder ejecutivo. Esto con la finalidad de que decisiones de carácter técnico se tomen como tales y no por visiones políticas o por coyunturas. Son parte de esos contrapesos tan necesarios en una democracia moderna.

Uno de los organizadores y cocreadores de La Enciclopedia, Denis Diderot, lanzaba una advertencia a la Francia del siglo XVIII: “Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control”. Tres siglos después, esta frase es especialmente vigente para los nuevos vientos políticos que soplan en México.

Y es que nadie niega la ausencia de ética o legalidad en diversos órganos del estado mexicano, o los espacios de corrupción creados al amparo de políticas públicas. Esto exige un “poner orden”, entendiendo que mediante la ley y con la presentación de las debidas pruebas se aplique la justicia. Generando como resultado combatir el gran problema de México: la impunidad.

Lamentablemente, hemos visto poco de esto. Generalmente se sueltan algunos nombres, se les exhibe por supuestos actos de corrupción, pocas pruebas son presentadas, y se deja todo a un linchamiento mediático, pero ese no es el tema que hoy nos ocupa.

Bajo el argumento de “poner orden”, estamos viendo una investida presidencial contra diversos organismos autónomos, en concreto contra el instituto de acceso a la información, la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Comisión de Energía, en otras ocasiones ha mostrado desdén contra el INE y recortó presupuesto al INEGI. Hay una faceta preocupante en la intensión de “poner en orden” y es la que señala Diderot, que es la de ejercer control, este se puede dar por una persona o por un grupo político.

Y es que en estos órganos, no todo está podrido. La comisión de hidrocarburos realizó rondas petroleras de acuerdo a los estándares internacionales en cuanto a transparencia, la comisión reguladora de energía hizo exitosas subastas a largo plazo que generó inversiones en el sector. El instituto de transparencia lleva más de una década logrando que la sociedad conozca datos, cifras o acciones que los entes gubernamentales han pretendido ocultar. El INEGI lleva décadas generando información sobre México y con ello se han propiciado políticas públicas más asertivas.

Una de las funciones de los órganos autónomos en general, y en particular los relacionados con la energía y el petróleo, es acotar al poder ejecutivo. Esto con la finalidad de que decisiones de carácter técnico se tomen como tales y no por visiones políticas o por coyunturas. Son parte de esos contrapesos tan necesarios en una democracia moderna. Estos organismos tienen la obligación de actualizarse de acuerdo a la mejor práctica internacional, y regular a particulares y gobiernos.

La historia de México está llena de acontecimientos que nos llevaron a crisis y bancarrotas, pues decisiones técnicas se tomaron no por expertos, sino por los que ese momento detentaban el poder político. Los órganos autónomos son molestos para el gobernante en turno, pues limitan sus decisiones. Pero esto es parte de vivir en democracia. Un verdadero estado democrático debe trabajar porque los expertos en los diferentes temas lleguen a estos espacios, debe ocuparse en que tengas las condiciones para resistir presiones tanto de particulares como de funcionarios públicos.

El que estos órganos estén limitados, tengan gente inexperta o sean cooptados por el ejecutivo, nos lleva al centralismo decisorio que padecimos por décadas, donde la única voz válida era la del presidente, quien tenía facultades legales y extra legales para imponer sus filias y fobias.

En el mundo globalizado e híperespecializado en el que vivimos, existen rubros donde las políticas públicas deben ser propuestas por órganos autónomos y expertos, con capacidad de dar respuestas técnicas a temas complejos. Y en una sociedad, son parte importante de su salud democrática. Acorralarlos o cooptarlos es condenar a una nación a las decisiones de un solo hombre o camarilla, es revivir al México del supremo cacique, del gran tlatoani. Es tirar a la basura la sangre que ha costado nuestra débil democracia.

 

@Luz_azul

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