Opinión

2012, año de elecciones federales

Por Francisco Javier Meré Alcocer

En este año 2012, que estamos comenzando, le deseo amable lector mucha salud para usted, su familia, sus amistades y conocidos.

Comenzamos el año con cinco precandidatos a la Presidencia de la República, quienes buscan que los miembros de los partidos que los postulan los nombren candidatos, uno de los cuales será el próximo Presidente del país. Dos precandidatos tienen amarrada la candidatura de tres de los seis partidos que los postulan. Tres precandidatos buscan la candidatura del partido que está en el poder, y el que gane será un candidato que podría hacerle competencia al que las encuestas dan como virtual ganador.

 

Es innegable que estamos llenos de oportunistas dentro de los partidos políticos. La pérdida de valores y de convicciones altruistas de la sociedad mexicana por lograr mejores niveles de bienestar a los mexicanos que sobreviven en condiciones económicas desfavorables, se refleja en la vida pública, en aspirantes a los puestos de representación popular y en comunicadores “populistas” que apoyan a quien está en campaña desde hace más de 10 años con el beneplácito del IFE.

El tabasqueño López Obrador, para quien la democracia sólo existe si gana, hace campaña pública en época de precampañas con apoyo del IFE, quien desde hace muchos años continúa su guerra verbal contra el PAN y el PRI, este último partido le dio de comer durante muchos años hasta que lo abandonó porque no lo hizo candidato a gobernador de Tabaco, su tierra natal, donde se le recuerda por la quema de pozos petroleros sin que ninguna autoridad le siguiera un proceso penal al ser protegido por políticos de la época.

Lo mismo sucedió en 2006 cuando perdió las elecciones por la Presidencia de la República y cometió infinidad de arbitrariedades como las realizadas a través de sus secuaces en el Congreso de la Unión, que no permitían que el Presidente Calderón rindiera la protesta de ley y cuando invadió la avenida Reforma, afectando fuentes de empleo y miles de comercios con la complacencia de la autoridad del Distrito Federal, llamando “espurio” al actual Gobierno Federal.

Obrador se autonombró presidente “legítimo” al perder las elecciones, con todo y banda presidencial y Secretarios de Estado, a quien sus seguidores le rinden honores similares a los honores dados a los presidentes falsos como Victoriano Huerta. Y a través de sus secuaces en las Cámaras de diputados y senadores, impuso cambios a las leyes electorales en 2006 para cambiar consejeros del IFE, por no haberle dado el poder.

Obrador, con sus frases de “primero los pobres”, “los ricos nos saquearon”, “al diablo las instituciones”, ha hecho más daño al país que ningún otro político, desatando el odio entre pobres y clase media. Se imagina lo que hará cuando al igual que en 2006 pierda las elecciones este 2012.

No es sorprendente que existan tantos oportunistas en la política mexicana, al existir complacencia y corrupción de la autoridad en los tres niveles de gobierno. Nuestros grandes héroes revolucionarios yacen en el Monumento a la Revolución como grandes amigos, muchos de los cuales murieron asesinados por otro “jefe” revolucionario que yace al lado. Somos un país de traiciones y de guerra, como lo dejaron los aztecas que peleaban en las guerras floridas y acababan con los otros pueblos prehispánicos por el poder y la tierra.

Los mexicanos comprometidos con el país vemos con preocupación la falta de liderazgo de muchos actores políticos. La sociedad expresa en las redes sociales su descontento contra actores políticos de alta envergadura.

Vivimos en un país con sequía en nuestros campos y en nuestras mentes. La falta de lluvias en gran parte del país ha ocasionado la muerte de miles de cabezas de ganado y la pérdida de los cultivos. Muchos mexicanos viven en condiciones lamentables por la sequía. Cuando hay sequía no hay producción de alimentos, la gente roba para comer, invade tierras, deja su lugar de origen buscando otros lados que tengan condiciones para vivir.

La sequía es la responsable de los males de la sociedad. La sequía no sólo es la falta de agua, ni la sequía económica su reflejo, la sequía incluye la sequía mental, la falta de valores y la falta de conocimientos. Cabe señalar que los conocimientos es lo que aprendemos durante nuestro paso por la vida, como la cultura y el idioma.

Nuestro papel, como parte de la sociedad y de la creación, es el respeto a la creación humana y a la vida propia, es el uso recto y correcto del pensamiento, del conocimiento y de la razón, tratando de hacer algo útil por quienes nos rodean, y aprovechar las condiciones sociales establecidas para convivir con nuestros semejantes.

Ojalá que en este año electoral que comienza todos los mexicanos hagamos una reflexión antes de omitir nuestro voto y votemos por quien creamos sea el menos malo para cada uno de los puestos públicos de los tres niveles de gobierno y de los dos poderes que serán electos.

Comentarios al correo electrónico: franxama@hotmail.com

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