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La polarización política como amenaza a la democracia

La polarización política es uno de los grandes problemas de las sociedades contemporáneas y una amenaza directa a las democracias. La polarización no sólo divide a los electorados e intoxica la vida pública, también socaba la confianza en las instituciones y en la democracia como una vía para gestionar pacíficamente las diferencias propias de la interacción social. En el libro Democracias Divididas, de Thomas Carothers y Andrew O´Donohue, se analiza la polarización en nueve países diferentes y encontrando elementos comunes que dan luz sobre las claves de la polarización y sus efectos.

Para Carothers y Andrew, en los países muy polarizados “las personas no interpretan las diferencias políticas como diversidad de ideologías o de opinión, más bien lo interpretan como una diferencia fundamental con el otro, somos diferentes, y con frecuencia ese somos diferentes se convierte en un te odio”. Estas diferencias según los autores crean un sentimiento de tribu, que entra necesariamente en oposición a los otros que pertenecen a una tribu diferente.

Para Carothers y Andrew la polarización es uno de los grandes problemas que amenazan hoy en día a las democracias. La democracia en Estados Unidos hoy está en peligro; “Nos enfrentamos a una degradación de normas y a una destrucción de las tradiciones, los principios y los comportamientos que definen la democracia estadounidense”. Los autores afirman que los desacuerdos sistemáticos y tóxicos entre dos partes provocan que la confianza desaparezca.

En cuanto a Latinoamérica, consideran que América del Sur es desafortunadamente “un jardín de polarización”. Cuando las personas se sienten excluidas asegura Carothers, “deciden que es hora de vengarse”. Se trata más de un tema de identidad que de ideología, más de pertenencia que de filiación de izquierda o derecha. Hay un efecto de contagio que está detonando protestas en diferentes países. Para evitar esto, Carothers considera que los gobiernos deben de demostrar que está escuchando a los ciudadanos y que se toma en serio sus demandas.

Según los autores del libro, aunque la tecnología juega un papel importante en la polarización acelerando e intensificando el encono y la diferencia, no son la causa de la polarización. “La tecnología es línea que alimenta el fuego, pero no es el fuego”. Existen diversas razones para la polarización, viejos odios o agravios que se actualizan y se vuelven vigentes.

En México la polarización ha ido en constante aumento, siendo por desgracia una de las principales estrategias del actual gobierno para enfrentar la elección presidencial del 2024. Se apuesta por la división y el odio como principal dinámica y argumento, atiza los desencuentros y anula las afinidades y posibilidades de consenso. La polarización es una realidad y al mismo tiempo una trampa. Es algo que tienen un origen social e histórico, pero también es un efecto de la retórica y la narrativa maniquea. Más allá de quien gane o pierda la próxima elección, la tarea de eliminar la polarización resulta indispensable si es que en algo apreciamos la democracia y sus instituciones.

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