Los debates
JICOTES
Por: Edmundo González Llaca
Los debates televisivos en las elecciones llegaron para quedarse. No sé qué tanto repercutan en la decisión del voto pero se han convertido en momentos estelares. Los debates entre Clinton y Trump nos dejan lecciones dignas de adaptar en nuestro país. Los que se realizan en México realmente no son auténticos debates, es decir, un espacio donde se defienden posiciones y se responde a la de los adversarios.
Aquí se trata de una suma de monólogos en la que no existe una auténtica y esclarecedora controversia. Lo primero que aquí deberíamos de tomar en consideración es el número de participantes. En una primera etapa podrían participar los candidatos registrados pero conforme avanza la campaña y de acuerdo con el orden de preferencias, reducirlos a lo máximo a tres contendientes. Decía Octavio Paz que aprender a discutir es aprender democracia. Los debates de las elecciones norteamericanas nos dejan ese aprendizaje.
El debate. Otras lecciones
Del debate de los candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos considero que debemos sacar otras lecciones. El moderador no se dedicó exclusivamente a dar la palabra a la Hillary y a Trump o decirles que habían agotado su tiempo. El moderador los citó textualmente y destacó sus diferencias; les solicitó que defendieran sus posiciones y rebatieran al adversario. Las preguntas sería: ¿Tendremos en México un moderador o moderadora con autoridad, objetivo, imparcial que pudiera ejercer la misma función? ¿Ese moderador podría obtener la aceptación de los candidatos? Otra cuestión. Nunca como ahora los medios de comunicación han tenido una intervención tan determinante en una elección. Los periodistas gringos se han dedicado a verificar las afirmaciones de los candidatos. Los han corregido y han denunciado sus mentiras. ¡Felicidades! Ha sido un periodismo comprometido con la verdad. Hermosa lección.
López Obrador y Trump
Perversa e injusta la comparación que se ha hecho de López Obrador y Trump ¿En qué se han basado los detractores del tabasqueño para hacer semejante equivalencia? En el hecho de que Trump sostiene que existe una conspiración para que no llegue a la Presidencia y que López Obrador hace mención a un “compló”. Con el mismo propósito del símil; que Trump dice que solamente reconocerá la legalidad de las elecciones si él triunfa, el líder de MORENA nunca ha reconocido el triunfo de los vencedores.
Independientemente de la desproporción de la supuesta semejanza, creo que las opiniones de Trump, que han circulado en el mundo en medio de burlas y escarnio, las hace difícil de utilizar en las elecciones en México. Serían una cantaleta vacía y ausente de credibilidad. Si López Obrador quiere mantener esas banderas deberá cubrirlas, además de con pruebas, de una especial originalidad o francamente buscarse otras banderas.