Minotauro

Presupuesto justo, la batalla eterna (II)

El fantasma del déficit, de las deudas ya azotaba a la UAQ. En febrero de 1998, Tribuna Universitaria salía a las calles con el siguiente titular: “A 40 años de su autonomía, la UAQ vive su crisis más profunda”.

En este espacio escribíamos la quincena pasada sobre el tema del apoyo a la educación superior y cómo la visión de los gobiernos federales y estatales no tiene entre sus prioridades el apoyo a las universidades públicas. En el mismo tenor seguirán estas y otras colaboraciones.

En esta entrega, al igual que en la anterior, quiero hacer una mirada retrospectiva para mostrar que las cosas no han mejorado sustancialmente y que siguen igual que en 1997, pese a que la UAQ se reformó y ha tratado de adecuarse a las exigencias de los gobiernos.

Entre 1997 y 1998, es decir, hace dos décadas, de acuerdo con una nota publicada en el quincenario Tribuna Universitaria (hoy el semanario Tribuna de Querétaro), la Universidad Autónoma de Querétaro había aceptado al 73 por ciento de los aspirantes a estudios universitarios (nota publicada el 14 de agosto de 1997).

El entonces director de Servicios Escolares, Armando González Basaldúa se lamentaba: “No podemos aceptar a más estudiantes porque la planta física no lo permite, además de que ésas son las condiciones ideales para mejorar el aprendizaje y mantener el nivel académico”. ¿Sabe usted, estimado lector, cuántos, qué porcentaje de alumnos puede recibir ahora la UAQ? Siga leyendo, se llevará una lamentable sorpresa.

El fantasma del déficit, de las deudas ya azotaba a la UAQ. En febrero de 1998, Tribuna Universitaria salía a las calles con el siguiente titular: “A 40 años de su autonomía, la UAQ vive su crisis más profunda”. En dicha edición, del 24 de febrero de 1998, se retomaban cifras del informe de actividades del rector Alfredo Zepeda Garrido. En dichas cifras revelaba que del total del presupuesto de la Universidad, el 53.40 por ciento era por participaciones estatales; 12.7, por ingresos propios; y 33.90, por recursos estatales. ¿A cuánto corresponde hoy?

Respondiendo las interrogantes planteadas líneas arriba: hoy la UAQ sólo puede aceptar al 36 por ciento de aspirantes a estudios universitarios, 64 por ciento queda fuera por falta de presupuesto. Compare usted, lector, con las cifras de los noventa.

¿Y en presupuesto? Actualmente sólo el 29 por ciento es participación estatal, es decir, en 20 años el estado no ha aumentado proporcionalmente el presupuesto a la Universidad pese a que cada informe de gobierno presume un aumento.

Y desde los años noventa la UAQ entró en una reforma administrativa-académica para satisfacer los indicadores de la cúpula neoliberal. Todo ello sin ceder un ápice en calidad, aunque, como las cifras lo indican, recibiendo menos alumnos en términos porcentuales.

Y, sin embargo, pese a todos los esfuerzos y reconocimientos obtenidos, la UAQ sigue en crisis y con los mismos subsidios en términos porcentuales.

Por ello, me permito citar algunas de las partes del desplegado dirigido al gobernador y diputados que el Consejo Académico de Facultad de Ciencias Políticas aprobó la semana pasada: “¿Por qué no aplicar a la UAQ el esquema de financiamiento peso a peso, donde el gobierno estatal aporte la misma cantidad que el gobierno federal, como ya sucede en otras nueve universidades del país?

“¿Por qué no dotar a la UAQ de recursos suficientes cuando el gobierno del estado presupuesta sistemáticamente más recursos de lo que logra gastar, como ocurrió en 2016 y 2017?”

Señor gobernador, seguimos esperando que acuda a dialogar con los universitarios, como se le invitó hace meses por conducto de nuestro máximo órgano de gobierno, el H. Consejo Universitario.

Seguimos esperando que cumpla y se presente a rendir cuentas como se comprometió con esta institución. Seguimos esperando su compromiso como universitario

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