Miguel Alemán y su intento de reelegirse

En México el tema de la reelección presidencial ha sido y es controversial, pero hubo un tiempo en que la Constitución Política la contemplaba. La primera Constitución del México independiente, la del 4 de octubre de 1824, en el capítulo IV Del Supremo Poder del Ejecutivo, en el artículo 77, señalaba: “El presidente no podrá ser reelecto para este encargo sino al cuarto año de haber cesado en sus funciones”.
El cargo del presidente era de cuatro años.
La Constitución de 1857, en el artículo 78, señalaba: “El presidente entrará a su encargo el 1 de diciembre y durará en él cuatro años, no pudiendo ser reelecto para el periodo inmediato, ni ocupar la Presidencia por ningún motivo, sino hasta pasados cuatro años de haber cesado en el ejercicio de sus funciones”.
El 8 de noviembre de 1871 fue lanzado el Plan de la Noria, documento que respondía a un movimiento político y militar, dirigido por el general Porfirio Díaz para impedir que Benito Juárez se reeligiera de forma inmediata ya que Díaz consideraba que violaba la letra y el espíritu de la Constitución de 1857.
Porfirio Díaz incorporó el principio de no reelección a la Constitución y al término y se negó a nueva candidatura, manifestando: “jamás admitiré ser reelecto, pues siempre acataré el principio de donde emanó la revolución nacida de Tuxtepec”.
En su segundo periodo presidencial, el 21 de octubre de 1887 modificó la Constitución que permitía la reelección inmediata al presidente; finalmente, Porfirio Díaz se reeligió en siete ocasiones.
En la Constitución de 1917, el Primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, expidió el decreto en el que se modificaron diversos artículos de la Constitución de 1857. Reafirmó el principio de no reelección y otorgó al Congreso de la Unión la facultad para elegir a un sustituto en caso de faltar el titular del Poder Ejecutivo.
La Constitución de 1917 en su artículo 83, señalaba: “El presidente entrará a ejercer su encargo el 1o. de diciembre, durará en él cuatro años, y nunca podrá ser reelecto”.
El 22 de enero de 1927 se reformó este artículo -el 83-: “No podrá ser electo para el período inmediato. Pasado éste, podrá desempeñar nuevamente el cargo de presidente, sólo por un período más. Terminado el segundo período de ejercicio, quedará definitivamente incapacitado para ser electo y desempeñar el cargo de presidente en cualquier tiempo”.
Esta reforma se hizo en el gobierno de Plutarco Elías Calles, con el objeto de favorecer a Álvaro Obregón, que ejerció la Presidencia de 1920 a 1924; finalmente fue electo Obregón el 1 de julio de 1928, pero no asumió la Presidencia porque fue asesinado el 17 de julio del mismo año.
El 24 de enero de 1928 se modificó el Art. 83: “El presidente entrará a ejercer su encargo, el primero de diciembre; durará en él seis años y nunca podrá ser reelecto para el período inmediato”.
En el gobierno de Plutarco Elías se extendió el periodo presidencial de cuatro a seis años; Lázaro Cárdenas fue el primer presidente que gobernó seis años.
En 1950, siendo presidente de la república Miguel Alemán, se impulsó su reelección, para tal propósito su secretario particular, Rogerio de la Selva y el jefe del Estado Mayor Presidencial, el general Santiago Piña Soria, promovieron la creación de un partido político llamado ‘Articulo 39’, que en la Constitución dice: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”.
De esta manera se buscaba que la ‘voluntad del pueblo’ se impusiera y de manera indirecta modificar el artículo 83 que impedía la reelección presidencial.
Al intento de reelegirse, los expresidentes Abelardo L. Rodríguez, Manuel Ávila Camacho y Lázaro Cárdenas, se opusieron. Finalmente Miguel Alemán en su cuarto informe de gobierno -1950- desalentó a sus seguidores y manifestó respeto a la Constitución.
El intento de reelegirse provocó división entre los políticos y el general Miguel Henríquez Guzmán fue expulsado del PRI y lanzó su candidatura presidencial por la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, fue derrotado el 6 de julio de 1952, en cuestionadas elecciones por el candidato oficial Adolfo Ruiz Cortines.
Al día siguiente -7 de julio- sus seguidores se manifestaron por el fraude electoral en la Alameda del Distrito Federal, pero las ‘fuerzas del orden’, entre ellos la policía montada, les dispararon gases lacrimógenos y se desató una balacera en la que fallecieron decenas de militantes Henriquistas. La policía secreta y elementos de la Dirección Federal de Seguridad realizaron detenciones.
Y los nostálgicos consideran que hay políticos que se creen insustituibles y buscan perpetuarse en el poder.