Monumentos en la República

En la República existen cantidad de monumentos y esculturas en honor de héroes nacionales, a la patria, a un militar local, etc.
En Monterrey hay un monumento ecuestre de Luis Carvajal y de la Cueva, que nació en Magadouro, Portugal; negoció con el rey Felipe II la conquista, pacificación y población de lo que llamarían el Nuevo Reino de León de donde fue gobernador. En 1582 fundó la villa de San Luis Rey de Francia, segundo nombre de Monterrey. Esta fundación fracasó porque Carvajal fue entregado a la Inquisición por una denuncia que hizo el fray Juan de la Magdalena; se le acusó de encubridor y murió en la cárcel de la corte.
El monumento es de bronce y está en la Av. Constitución y Serafín Peña, en el centro de Monterrey; obra del escultor tamaulipeco Mario Fuentes de la Garza; fue inaugurada en 1982 para conmemorar el 400 aniversario de la 2ª Fundación de la Ciudad en 1582 como asentamiento villa de San Luis Rey de Francia.
En el puerto de Veracruz se yergue majestuoso el Faro, inaugurado en 1910 por el presidente Porfirio Díaz Mori, con motivo del primer centenario de la Independencia de México. El Faro es obra de los arquitectos Salvador Echegaray y Ernesto Lattine; su estilo es neoclásico mide 50 metros y tiene dos edificios, en la explanada hay una estatua en honor de Venustiano Carranza, para conmemorar que fue capital de la República en 1914 durante su gobierno.
El faro guiaba a los barcos para evitar que encallaran; su luz tenía alcance de 150 kilómetros.
En Saltillo, Coahuila, se encuentra una estatua ecuestre en honor de Venustiano Carranza, inaugurada en 1977 por el gobernador Oscar Flores Tapia, obra del escultor Cuauhtémoc Zamudio. El monumento es de bronce y mide 5.51 metros, ubicada en el libramiento Fausto Z. Martínez y el libramiento Venustiano Carranza.
Y en la Ciudad de México, la icónica Plaza de la Ciudadela, es un conjunto arquitectónico construido en 1807 para la Real Fábrica de Tabacos, obra del arquitecto José Antonio González y del ingeniero Miguel Constanzo.
El edificio de la Real Fábrica de Tabacos fue rebautizado como La Ciudadela debido a su carácter austero. Fiel a sus requerimientos funcionales enfocados a la producción, este edificio presenta un sólo nivel distribuido en una planta de forma cuadrangular. Su exterior tiene escasa ornamentación, compuesta por algunas molduras y frisos de cantera gris en contraste con el tono rojizo del tepetate.
El estallido de Independencia poco tiempo después de inaugurado el edificio, así como su estratégica posición cerca de unos de los caminos de acceso a la Ciudad de México, le deparó un destino más sombrío al funcionar como cuartel general y como cárcel. Ahí José Ma. Morelos fue juzgado por la Capitanía General, José Ma. Morelos y estuvo prisionero entre el 27 de noviembre y el 22 de diciembre de 1815, antes de ser trasladado a Ecatepec donde fue fusilado.
En 1912 se cumplían cien años del sitio de Cuautla, donde el general Morelos resistió más de 40 días el asedio del ejército virreinal y para honrar esa hazaña, el presidente interino, Francisco León de la Barra, ordenó la estatua de Morelos, que tiene cuatro cañones que se dice fueron usados en la guerra de independencia.
La obra estuvo a cargo del ingeniero Carlos Noriega, director de Arquitectura de la Real Academia de San Carlos.
Pero no todas las estatuas tienen la suerte de ser admiradas; la del presidente Miguel Alemán, que se erigió para agradecer la construcción de Ciudad Universitaria. La obra era del escultor Ignacio Asúnsolo, fue dinamitada el 6 de junio de 1966; la de José López Portillo, retirada en San Nicolás de los Garza, Nuevo León; la de Vicente Fox, en Boca de Río, Ver. derribada por ciudadanos el 12 de octubre de 2007; el 1 de enero del 2022, en Atlacomulco, Edo.de México, fue derribada una estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador, tres días antes fue inaugurada.
Y los nostálgicos citan: en estatuas no merecen estar algunas y faltan otras.