Opinión

Día treintaiuno

Bitácora de Viaje (de Estudios Socioterritoriales)

Por: Manuel Basaldúa Hernández

Los recorridos de más de mil 500 kilómetros en autobús son una odisea. Sobre todo hacia el noreste de México, en donde uno transita por Sinaloa y Sonora, dos de los estados con un clima muy caluroso. Pero sobre todo un clima social difícil por sus características de tránsito de personas hacia Estados Unidos. A finales de la década de 1990, yo tenía que viajar constantemente por aquellos lugares, ya que estaba asesorando a un par de investigadores canadienses que pretendían llevar a cabo un proyecto casi titánico: una comparación de las ciudades fronterizas mexicanas y su contraparte estadounidenses en el marco del TLC.

En esos recorridos fui testigo de las vicisitudes de los migrantes mexicanos y centroamericanos que se dirigían a la ciudad de Tijuana, Nogales y San Luis Río Colorado. Tuve largas y múltiples conversaciones con mis compañeros de viaje a quien me tocaba de vecino en el asiento contiguo de los autobuses Transportes del Norte. Una ocasión, por ejemplo, conocí y platiqué con un compatriota chiapaneco de nombre Luis, quien tenía la pretensión de llegar hasta California, trabajar en algún campo agrícola de Salinas, y si se podía luego trasladarse a Florida a la pizca de la naranja.

O sea que en su primera etapa se disponía a recorrer casi más de cuatro mil 600 kilómetros. El motivo de irse a trabajar a Estados Unidos era económico, porque en Chiapas escaseaba el trabajo, y los que había eran mal pagados. Me platicaba que las jornadas eran muy largas, casi de medio día, 12 horas en promedio. Y la paga era muy poca, de 50 centavos la hora en la pizca del café. Ni siquiera para poder comer él solo, mucho menos para ayudar a su familia. Y ni pensar en formar una familia con tales condiciones.

Las ventajas que ofrecía esta oferta laboral en Estados Unidos eran muy diferentes de donde venía. Y me narró las ingratas condiciones del trabajo en la pizca del café. El cansancio y el tedio nos vencieron y quedamos dormidos. De repente fui despertado por un toque de una mano en mi hombro y cuando volví en sí, un agente de migración me pidió que me identificara y le dijera a dónde iba. Le presente un par de credenciales y le mencioné que mi destino era Hermosillo. Luego se dirigió a Luis y le despertó agitándole la cabeza y gritándole que despertara. Le pidió sus documentos y su pasaporte, y también le pidió que se bajara del autobús para revisarlo. El trato brusco y poco amable hacia mi compañero de viaje por parte del agente, me irritó y le reclamé por su actuación. Le pedí que así no tratara a un connacional, quien tenía el mismo derecho a recibir un trato amable y digno. Luis solamente nos veía discutir. Y cuando el agente se retiró molesto, desistiendo en su propósito, Luis quiso disculparse por las molestias que me había causado. Le dije que no era su culpa ni era necesario disculparse.

El investigador texano David Spener ha escrito sobre el contrabando de migrantes en la frontera de Texas como un mecanismo de integración del mercado laboral de América del Norte, y se ha basado en los aportes de Jorge Durand para establecer un marco analítico de este problema migratorio laboral.

Aquí vemos la importancia de las redes sociales y los peligros que existen en ese traslado de la mano de obra, mucho más si se viajaba solo y por su cuenta. Para ese tiempo en el 2000, el desplazamiento de obreros mexicanos era tan sólo de un millón que se distribuían en aproximadamente tres mil plantas de ensamblados en territorio mexicano y cerca del doble en Estados Unidos.

Ahora que en Querétaro se está percibiendo y hablando del problema que representa el paso de los migrantes latinoamericanos y la expulsión de mano de obra primordialmente rural de nuestro estado, veo la necesidad de preparar a los estudiantes de Estudios Socioterritoriales para abordar tanto en los aspectos teoréticos, como en resolver problemas puntuales del impacto de esta migración en nuestra localidad. Espero que el interés por contar con este tipo de profesionales también se despierte en las instancias gubernamentales correspondientes, pero sobre todo que los estudiantes tengan también el interés por abordar problemas tan cruciales como éste.

twitter@manuel.basaldua

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