Opinión

Elecciones: votar por los propios verdugos

Por: Ángel Balderas Puga

“Para engañar a alguien, se necesita del otro lado alguien que se deje engañar”.

Maquiavelo (en su libro “El príncipe” de 1513).

No debe sorprendernos cuan actuales son las palabras de Maquiavelo en su libro escrito hace 500 años, se aplican de manera precisa a las actuales campañas electorales en nuestro país. Los políticos mexicanos que engañan, necesitan un pueblo que se deje engañar, necesitan una partida de ingenuos que les crean una y otra vez sus mentiras, manteniendo una espiral de autoengaño, que se parece mucho a una relación sado-masoquista. Es casi seguro que el político que miente goza no sólo con sus mentiras, sino sobre todo con que se las crean. Por otro lado, pareciera que muchos votantes gozan con ser engañados, se entusiasman con campañas insulsas y desabridas que eluden la discusión de los grandes temas nacionales para concentrarse en cuestiones accesorias e irrelevantes.

Los que aprobaron la legalización del outsourcing

A finales de 2012 el congreso federal aprobó una agresiva reforma laboral impulsada por los poderes trasnacionales y dócilmente ejecutada, principalmente, por PRI y PAN y sus partidos satélites. El principal daño fue la legalización del outsourcing y las víctimas, millones de trabajadores en este país. Los legisladores federales, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, que aprobaron dicha reforma laboral traicionaron con su voto a sus votantes; en su campaña para llegar a dichas Cámaras jamás le dijeron a los votantes que querían legalizar la subcontratación salvaje que hoy afecta a los trabajadores mexicanos; por supuesto, antes de aprobar dicha reforma tampoco se atrevieron a consultar a sus supuestos “representados” y hoy, no dan la cara ni reconocen su irresponsabilidad.

Haber legalizado el outsourcing en este país significó legalizar: la inestabilidad laboral (el poder ser despedido en cualquier momento sin causa justificada); los bajos salarios; trabajar sin prestaciones o con prestaciones mínimas; trabajar con pésimas condiciones laborales; la eliminación del derecho a jubilación, mediante el simple trámite de poder ser despedido para no generar la antigüedad necesaria para acceder a dicho derecho; la evasión fiscal de empresas que hasta tienen sus propias compañías de outsourcing; el fraude laboral; una forma de trabajo anticonstitucional, pues viola el artículo 123 de nuestra Constitución; el quiebre de la seguridad social, al no aportar la gran mayoría de los trabajadores en outsourcing, cuotas al Seguro Social o al ISSSTE; el abuso de la figura jurídica de la subcontratación con el fin de eludir responsabilidades; el regreso a la contratación privada y la destrucción de la defensa colectiva al obstaculizar el derecho a constituir sindicatos.

Hoy, apostando a la desmemoria de los queretanos, tres legisladores federales panistas que aprobaron dicha ley, vuelven a pedir el voto de los ciudadanos, el senador Francisco Domínguez Servién que quiere ser gobernador, el diputado federal Marcos Aguilar Vega que quiere ser presidente municipal de Querétaro y el diputado federal José Guadalupe García Ramírez que quiere ser presidente municipal de El Marqués. El primero ¡hasta presume de haber aprobado dicha reforma laboral!

Los que aprobaron la privatización de nuestros recursos energéticos

De la misma manera, a finales de 2013, los mismos legisladores federales del PAN, arriba mencionados, y que hoy son de nuevo candidatos a cargos de elección popular, aprobaron la entrega de nuestros recursos energéticos al votar a favor de la llamada reforma energética que abre las puertas a revertir la nacionalización que impulso el Presidente Lázaro Cárdenas en 1939 y que gracias a esa medida nuestro país pudo financiar, de manera independiente y soberana su desarrollo industrial como nación.

Pero además de dichos legisladores federales, siete legisladores locales que aprobaron dicha reforma en diciembre de 2013, hoy se vuelven a presentar como candidatos, tres son del PAN, tres del PRI y uno del Verde. Se trata de los panistas Enrique Correa Sada, que hoy quiere ser regidor en el municipio de Querétaro; Rosendo Anaya Aguilar que hoy quiere ser presidente municipal de Amealco; y Guillermo Vega Guerrero que quiere ser presidente municipal de San Juan del Río. Además se trata de los priisitas Gerardo Sánchez Vázquez que quiere ser también presidente municipal de San Juan del Río; Martín Vega Vega que quiere ser regidor en Ezequiel Montes; y de David Dorantes Reséndiz que quiere ser presidente municipal de Tequisquiapan. A los anteriores seis legisladores se suma Yairo Marina Alcocer del Verde Ecologista.

Apostar a la desmemoria

Los diez legisladores señalados, principalmente del PAN y del PRI le apuestan a la desmemoria del electorado queretano. Sin embargo, el problema no son ellos sino los votantes que les van a otorgar el voto a políticos que ya demostraron en los hechos que no se tientan el corazón para atentar contra los ciudadanos, contra sus familias y contra la soberanía nacional.

anbapu05@yahoo.com.mx

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