Opinión

La ciudad, una mirada desde la cultura: los espacios locales como lugares de resistencia y creatividad ante el embate de la urbanización

Por: Lorena Erika Osorio Franco*

Hoy en día las ciudades mexicanas enfrentan duros retos, ya que en aras de beneficiar ciertos aspectos y áreas de la ciudad, acorde con los requerimientos de la globalización, se privilegian determinadas zonas en detrimento de otras, lo que da lugar a la ciudad inequitativa que se expresa en la segregación espacial.

Este fenómeno convierte a las ciudades en archipiélagos, islas de bienestar que contrastan con espacios urbanos cada vez más deteriorados, tanto de las colonias populares como de las clases medias empobrecidas (Duhau y Giglia, 2008). En este contexto, una de las características que hoy se observa claramente en la estructura urbana de las ciudades –de la que Querétaro no está exenta– es la combinación de proximidad física entre asentamientos de distintas clases sociales pero al mismo tiempo la fragmentación o separación material evidenciada por elementos que agudizan la diferenciación social como: rejas, muros, casetas de vigilancia que controlan el acceso a las zonas residenciales.

Una de las formas de enfrentar la inseguridad, revertir y/o limitar los procesos de degradación y mantener áreas de carácter popular en la ciudad, es generar una política urbana activa y permanente, así como una gestión descentralizada. Autores como Jordi Borja (2003), Ramírez y Safa (2009) sostienen que a través de las políticas públicas, se pueden consolidar “territorios gobernables”; para lo cual resulta decisiva la recuperación de las calles y parques (espacios públicos por excelencia, abandonados por la inseguridad), para que operen como ámbitos de intercambio y comunicación en la búsqueda de un modelo de seguridad participativo, ámbito de identificación simbólica y de participación cívica. El espacio público no es ya visto como ese espacio protegido y protector. Refugiarse en los hogares y conectarse con el mundo y la ciudad a través de los medios de comunicación empobrece la calidad de vida de las grandes ciudades.

La recuperación de los espacios públicos es un tema que ha comenzado a preocupar a la clase política y los gobiernos locales. Al respecto, durante las campañas políticas de 2012 varios candidatos expresaron su intención de recuperar estos espacios, dado que contribuyen, en buena medida, a la recomposición del tejido social y la sana convivencia; sin embargo no basta con reconocer los problemas, hay que atenderlos para su resolución.

Al respecto cada vez cobra mayor fuerza el papel de la gestión de las ciudades, los planificadores y organismos internacionales que plantean que las problemática urbanas deben abordarse desde distintas ópticas que den cuenta de su complejidad ya que de esta forma es más factible proponer soluciones creativas y sostenidas que involucren a la población.

 

Conferencia de Estambul**

En junio de 1996 se llevó a cabo la segunda conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II) en Estambul, Turquía. Esta conferencia fue la última de una serie de conferencias de las Naciones Unidas que configuraron el programa de desarrollo mundial para los próximos años. Dicha conferencia elaboró un Plan de Acción Mundial –El Programa de Hábitat– en el que se recogen las directrices para la creación de asentamientos humanos sostenibles durante el siglo XXI, teniendo en cuenta su relación con el medio ambiente, los derechos humanos, el desarrollo social, los derechos de la mujer, la población, y otros temas añejos no resueltos.

Hábitat II reconoció que el impacto de la pobreza y la falta de acceso a tierra y tenencia segura son piezas torales en las condiciones de vida como la causa principal de los conflictos sociales violentos y de la disminución de la seguridad personal.

En este marco, se llegó al acuerdo sobre el derecho a vivienda adecuada, reconociendo la obligación fundamental que los gobiernos tienen de facilitar a las personas la obtención de vivienda y de proteger y mejorar los hogares y los vecindarios. Hábitat II dio también un nuevo impulso a la participación de los grupos de ciudadanos y del sector comercial privado en los procesos de toma de decisiones de la ciudad. Asimismo alentó a los gobiernos nacionales a compartir su poder y sus recursos con las autoridades locales.

En este marco surgen, como instrumentos de Hábitat, los Observatorios Urbanos para impulsar el proceso de desarrollo urbano sostenible. Por medio de éstos, se ponen en marcha foros permanentes de discusión entre diferentes actores con el fin de evaluar y monitorear las políticas públicas urbanas. Se trata de un ejercicio participativo, donde se formulan sugerencias y posibles correcciones de ruta a las autoridades gubernamentales.

 

Observatorio Urbano Local (OUL) del municipio de Querétaro

En Querétaro se tienen noticias del OUL desde 2005. Desde su inicio, el gobierno municipal manifestó que su convicción era: “impulsar la labor del Observatorio Urbano, organismo multidisciplinario que se encarga de seleccionar, recolectar, manejar y aplicar indicadores y estadísticas para medir y dar seguimiento a la problemática urbana del municipio”. Me parece importante que exista este organismo, sin embargo considero que hace falta abordar o incorporar la dimensión socio-cultural para dar cuenta de la complejidad de los fenómenos urbanos. Desde esta dimensión es posible tener una mejor comprensión de las problemáticas que aquejan a la ciudad y sus ciudadanos, lo que permite proponer acciones que no sólo atiendan a la estructura material sino que estimulen la participación ciudadana y que contribuyan al involucramiento y el compromiso de la gente una vez que la gestión y/o la obra de gobierno termina.

La conformación del Observatorio Urbano Local en Querétaro es relevante por los programas y proyectos que se enfocan a atender el manejo y conservación del Centro Histórico, el mejoramiento urbano –donde la bicivía recreativa, la ciclopista, son proyectos prioritarios, así como la posible peatonalización del Centro Histórico (según declaraciones recientes del presidente municipal Roberto Loyola).***

Las acciones para la conservación y el mejoramiento de los espacios, así como las que atienden las deficiencias materiales y de infraestructura son importantes para mejorar la calidad de vida de los queretanos, sin embargo se deben considerar otras dimensiones, En este sentido, la mirada de los antropólogos, sociólogos e historiadores resulta más que necesaria para dar cuenta de los lugares, tradiciones, celebraciones y acciones que nos permitan conocer quiénes son los habitantes de los espacios locales (barrios, vecindarios, pueblos) que están dentro de la ciudad.

Desde hace algunos años los antropólogos urbanos han estudiado los espacios locales que están en la ciudad, de estos lugares tan diversos les interesó no sólo su historia, sino entender cómo la gente construye su identidad local. En cada uno de estos espacios habitan grupos sociales diferenciados, aunque relacionados entre sí, que constituyen una forma particular de ser ciudadano, de habitar la urbe, de organizarla, de mirarla (Portal, 2006).

Los habitantes de estos lugares (re)construyen fronteras físicas y/o simbólicas, reavivan viejas tradiciones (sobre todo fiestas y rituales) como referentes de identidad local, acciones que tienen que ver con la construcción de referentes identitarios fundamentales para sus habitantes, con los cuales se sintetiza su historia y su memoria.

Por ello resulta imprescindible estudiar las formas de usar y habitar el espacio, la construcción de significados y de identidades locales que hacen posible que la gente se arraigue a un lugar, ya que parafraseando a Silva (2000), las identidades sociales, permiten a los ciudadanos ponerse de acuerdo en sus modos de ser y de estar en una colectividad, y estudiarlos es buscar comprender esas estrategias grupales para construirse en común. La mirada en lo “local” contribuye a construir la ciudad que todos queremos y merecemos habitar.

*Doctora en Antropología Social, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UAQ. Correo electrónico: lorenaosorio030@hotmail.com

**www.un.org/spanish/conferences/habitat.htm. Consulta: 20/08/2012.

*** Loyola a favor de la peatonalización del Centro Histórico. 10/11/2012. Por: Edith Parra. El Universal http://www.eluniversalqueretaro.mx/metropoli/10-10-2012/loyola-favor-de-la-peatonalizacion-del-centro-historico.

 

Referencias bibliográficas:

-Borja, Jordi (2003). “La ciudad es el espacio público”, en Espacio público y reconstrucción de ciudadanía. Ramírez Kuri, Patricia (editora), Porrúa, México, pp. 59-87.

-Duhau, Emilio y Giglia, Ángela (2008). Las reglas del desorden: habitar la metrópoli. UAM Azcapotzalco y Siglo XXI, México.

-Portal, María Ana (2006). “Espacio, tiempo y memoria. Identidad barrial en la ciudad de México: el caso del barrio de la Fama, Tlalpan”, en Pensar y habita la ciudad, Ramírez Kuri, Patricia y Aguilar, Miguel A. (coordinadores), Anthropos, Universidad Autónoma Metropolitana, México, pp. 69-85.

-Ramírez Sáiz, Juan Manuel y Safa, Patricia (2009), “Tendencias y retos recientes en tres metrópolis mexicanas, ciudad de México, Guadalajara y Monterrey”, en Cuaderno en Antropología Social, número 30, Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía, Universidad de Buenos Aires, Argentina, pp. 77-92.

-Silva, Armando (2000), Imaginarios Urbanos, Tercer Mundo Editores, Colombia.

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