Miscelánea
Punto y seguido
Por: Ricardo Rivón Lazcano / rivonrl@gmail.com
Uno
Cinco servidores públicos fueron asesinados al desplomar el helicóptero –con certeros disparos de un Barret “Cincuenta ligero”- en que realizaban patrullajes. Fue el crimen organizado. No, no fue el Estado. Y sí, si eran seres humanos.
Dos
-Los jóvenes son muy arrogantes, pues frecuentan sus semejantes, todos los cuales no siendo nada, quieren pasar por mucho. Nietzsche.
-Muchas de las metáforas que siempre usamos son sinestésicas. El silencio es dulce. Las corbatas son escandalosas. Las personas sexualmente atractivas son «calientes». Las personas que no son atractivas nos dejan fríos. La metáfora crea una suerte de sinestesia conceptual en la que entendemos un concepto dentro del contexto de otro.
-Las tres palabras más famosas de la filosofía occidental: «Cogito ergo sum». Habitualmente traducidas como «Pienso, luego existo». Pero hay una mejor traducción. La palabra en latín «cogito» se deriva del prefijo «co», que significa «junto», y del verbo «agitare», que significa «agitar». Entonces, el significado original de «cogito» es «agitar juntos». Y la traducción más apropiada de «cogito ergo sum» es «Agito las cosas, luego existo». James Geary
Tres
-La edad más o menos cumple etapas; sigue desde el nacimiento la misma gran secuencia: pasa por las maravillas y confinamientos de la infancia; las emancipaciones y frustraciones de la adolescencia; los logros y los hitos de la adultez; los reconocimientos y renuncias de la vejez. Hay patrones de vida, y son compartidos. Como escribió Thomas Mann: «Me sucederá a mí, como a ellos».
-Para empezar, ahora vivimos más tiempo, y por eso envejecemos más lentamente. Christopher Isherwood usó la frase «la hoja amarilla» para describir a un hombre de 53 años, solo un siglo después de que Lord Byron la usara para describirse a los 36 años.
-La vida puede oscilar violenta e impredeciblemente de un año al siguiente, y de que las personas pueden experimentar la misma edad de forma diferente. J. Prager
Algunos (otros) aforismos de Chamfort
-Cuando se quiere evitar ser un charlatán es preciso huir de los tablados; pues, si se sube a ellos, uno se verá obligado a ello; de lo contrario, la concurrencia os apedrearía.
-Uno es dichoso o desdichado por un sinfín de cosas que no están claras, que no dice de forma explícita y que tampoco puede decir.
-La importancia sin mérito obtiene consideraciones sin estima.
-El placer puede sustentarse en la ilusión, pero la dicha descansa en la verdad.
-Cuánta inteligencia hace falta para no ponerse nunca en ridículo.
-Un hombre sin grandeza de alma no puede tener verdadera bondad; sólo puede alcanzar la cualidad de buena persona.
-Hay siglos en que la opinión pública es la peor de las opiniones.
-El vicio no sería del todo vicio si no aborreciese la virtud.
-La pobreza pone el delito en rebaja.
-Hay una especie de agradecimiento ruin.
-Los versos añaden vigor espiritual al pensamiento de quien a veces tiene bastante poco, y eso es lo que llamamos talento. Pero a menudo también lo quitan de quien está sobrado de él y ellos es la mejor prueba de la falta de talento para los versos.
-Lo que aprendí ya no lo sé. Lo poco que aún sé lo he adivinado.
-Hay redundancias para el oído y para la mente; no las hay nunca para el corazón.
-Celebridad: ser conocido por quien no te conoce.
-La jornada más desaprovechada de todas es aquella en que no hemos reído.
-En las cosas grandes los hombres se muestran como les conviene; en las pequeñas se muestran tal como son.
-El mundo está compuesto por dos grandes clases: aquellos que poseen más comida que apetito, y los que tienen más apetito que comida.
-Hace siglos que la opinión pública es la peor de las opiniones.
Dignidad sin méritos se hace acreedora a cumplidos sin estimación.
También hay tonterías elegantes como hay tontos bien vestidos.