¿Para qué un Ceseco en San Juan del Río, Qro.?
Por: Dora V. Herbert Barragán
Las exigencias de la vida contemporánea conllevan importantes factores de riesgo en cuanto a la salud y equilibrio emocional, la población en sus distintos sectores y grupos presenta manifestaciones y necesidades de atención específicas y son múltiples los síntomas que pueden llevar a las personas a considerar iniciar un tratamiento psicológico.
En ocasiones, los padres o tutores toman la iniciativa de acercarse a un psicólogo porque detectan un problema en su hijo, pero a veces, es la escuela del menor quien solicita un diagnóstico o atención psicológica, ya sea porque presenta problemas escolares o de conducta en sus relaciones con la autoridad, desórdenes alimenticios –obesidad o anorexia– o adicciones.
Se puede afirmar que en estos casos, generalmente los padres atienden a la petición hecha, pero como este tipo de atención requiere una participación activa de los adultos en relación al menor, muchas veces puede detectarse que son éstos quienes presentan mayores resistencias para modificar las formas de relacionarse con el niño o adolescente.
Es notorio que la demanda de atención psicológica para adultos en otras Ceseco es muy poca y algo tendrá que ver con que éstos pocas veces se detienen para observarse, para concientizarse del papel fundamental que como individuo tiene consigo mismo, con los que lo rodean y con la sociedad en general.
También, puede estar presente el viejo prejuicio de que quien asiste a una terapia, es porque está loco, sin embargo, puede hablarse del trabajo de psicología no sólo desde el marco de consulta tradicional uno a uno, donde existe un paciente y un psicólogo, ya que la incursión de esta disciplina en distintos campos es amplia, y actualmente se trabaja con grupos diversos como los enfocados a problemas familiares, personas de la tercera edad, pacientes con tratamiento psiquiátrico; hay terapias de aprendizaje, de lenguaje, talleres de sexualidad, sólo por citar algunos.
Esto es lo que Ceseco ofrece, un espacio de atención psicológica a la población, donde el objetivo es realizar un trabajo de prácticas profesionales enfocadas en un cambio de posición del individuo frente a su propia historia, contando para ello con la supervisión y programas autorizados y formalizados por maestros de la Facultad de Psicología.
Comenzar el trabajo de prácticas es, definitivamente, un punto en la formación de cualquier estudiante donde se ponen a prueba los conocimientos adquiridos, pero también se trata de un acercamiento al campo laboral, del cual aún no se sabe qué se puede esperar o cómo nos desenvolveremos.
El poco tiempo que tengo realizando la práctica de psicoterapia en Ceseco Lomas no ha hecho sino confirmar mi convicción de que la Psicología es una disciplina en la cual no es suficiente aprobar las materias y saber que se ha estudiado, porque el ejercicio de la profesión presenta retos a los cuales hay que hacer cara con herramientas adquiridas académicamente, sí, pero también del orden del compromiso y responsabilidad personal frente a cada persona que se atiende.
Cuando un solicitante llega a Ceseco lleva una petición porque algo no le funciona, algo no va bien en su vida o en la de sus familiares o allegados, hay una solicitud de intervención para entender el porqué de los sucesos, el cómo hacer; es la búsqueda de un saber más amplio de sí mismo a través de un profesional que pueda escucharle desde una postura neutral, mostrándole aspectos a veces olvidados o desconocidos de sí, para la construcción de formas distintas de vida.
Algunas personas, en la imaginación popular, pueden creer que el trabajo psicológico consta de algunos términos con los cuales se dirige el psicólogo al paciente, fórmulas dadas, preguntas retóricas y apreciaciones que tendrían que ver con el sentido común o sabiduría popular, es más, hay quienes piensan que todo problema puede ser superado a través de la voluntad personal, del “querer un cambio” sin necesidad de asistir a una terapia.
Nada más lejos que eso, el trabajo clínico no busca dar respuestas generales a los problemas personales, pretende que el individuo sea capaz de generar sus propias conclusiones respecto a sus actos y tal es así que tanto paciente como psicólogo nos vemos sorprendidos en la consecución de un trabajo, sin embargo, también se trata de un desempeño en el cual no siempre se puede dar cuenta de manera inmediata de los logros y avances, ya que al trabajar con material propio del ser humano, como emociones y sentimientos, los cambios no siempre se van a ver reflejados rápidamente.
El ejercer la psicoterapia de manera eficiente tiene que ver con la experiencia, misma que en la práctica se va adquiriendo poco a poco porque se van afianzando las cuestiones teóricas, de método y técnicas, una experiencia que se nos permite ir forjando cobijados por la propia Universidad que propicia espacios como los Centros de Servicios a la Comunidad.
Responder de manera honesta y responsable a la oportunidad que se nos brinda de poder trabajar con una población de manera directa, es quizás lo menos que podemos hacer por nuestra sociedad, por la Universidad y por nuestra Facultad.
*Estudiante de 7° semestre (grupo 3) de la Facultad de Psicología, UAQ
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