Opinión

PLAN ESTATAL DE DESARROLLO

JICOTES

Por: Edmundo González Llaca

Un partido de los Gallos Blancos provoca más análisis y polémica que el Plan Estatal de Desarrollo Querétaro 2016-2021 y eso que se supone que el famoso plan incluye los objetivos, estrategias y lineamientos en materia política, económica y social que inspirarán el gobierno de Francisco Domínguez durante sus seis años ¡Puf! Ni los legisladores, que se supone son los más responsables en controlar al Ejecutivo estatal, organizaron algo importante.

Al menos un cafecito para discutir el Plan. Tampoco los empresarios ni la academia. En la prensa encontré solo un editorial que comentara uno de los temas. Una triste realidad: Querétaro no ha podido organizar una masa crítica y vigilante del poder político, por lo tanto no se puede formar una opinión pública de calidad. Resultado: los políticos se sirven con la cuchara grande el dinero y hacen lo que quieren. Luego nos quejamos.

PLAN ESTATAL. SIN CONTINUIDAD NI ORDEN

Lo primero que llama la atención del Plan Estatal es que parece que fue redactado por un Francisco Domínguez diferente al que pronunció su protesta como gobernador. No hay continuidad en los compromisos. En el discurso de protesta subrayó, por ejemplo, su deuda con la transparencia: “Pondremos luz a todo aquello que estaba en la oscuridad”. Por supuesto su deuda con la rendición de cuentas: “Rendiremos cuentas por convicción, no por obligación”. En el Plan ni siquiera mencionó estos temas. Los Ejes Rectores del Plan, que se supone que dan dirección, son un mazacote, que nada organiza. Ejemplo: El eje: “El Querétaro Humano” ¿Podrá alguien prometer un Querétaro inhumano? puede incluirse en todos los ejes y viceversa. Hay más idea de plan en la organización de una salida de los jóvenes un viernes por la noche, que en este Plan Estatal de Gobierno.

PLAN ESTATAL

Ya sabemos que esto de la ortografía es como la casa del jabonero, quien no cae, resbala. Por el carácter ejemplar que deben tener los documentos de gobierno mi sugerencia es que contraten a un corrector de estilo, pues es reconocido que el gobernador Francisco Domínguez tiene muchas cualidades, pero entre ellas no se encuentra la palabra hablada ni la escrita, lo que él llama “el rollo”.Los que redactaron el Plan son unos auténticos ágrafos. El Plan está desbordante de faltas de ortografía, sintaxis, y también de yerros elementales en la nomenclatura política. Solo un ejemplo, dice: “La principal riqueza del Estado está en su población”. Hablar de población es hablar de números, de la cantidad de gente, que no es lo mismo que el crecimiento humano. Lo correcto es decir: La riqueza del Estado está en su pueblo. Así de simple. Pero ni esto supieron los redactores del Plan.

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