Opinión

¿Qué podía esperarse de alguien que plagió su tesis?

Por: Ángel Balderas Puga

anbapu05@yahoo.com.mx

PARA DESTACAR: Sin necesidad de ninguna reforma energética, habría bastado construir dos refinerías con capacidad de refinar 250 mil barriles diarios de petróleo, para dejar de importar los 400 mil barriles diarios de gasolina que hemos venido importando desde 2011.

Definitivamente, está más que comprobado que Enrique Peña Nieto no se lleva con la educación. No solo se trata de sus evidentes carencias culturales, sino que el nuevo proyecto de egresos del Gobierno federal para 2017, confirma que solo es demagogia su supuesto interés en una educación “de calidad” para la niñez mexicana.

Ni a Peña Nieto ni a su gobierno les interesa la educación y mucho menos la ciencia y la tecnología, pues a los recortes en esos rubros de este año, hay que agregar los recortes propuestos para el próximo.

El presupuesto para educación en 2016 fue de alrededor de 303 mil millones de pesos, mientras que la propuesta para 2017 es reducirlo a unos 266 mil millones.Es decir, una reducción de 37 mil millones de pesos.

Cabe señalar que este año, y con el vulgar pretexto del referéndum con el que el Reino Unido dejará la Unión Europea, se le quitaron a educación 6 mil 500 millones de pesos, después de que en febrero de este año ya se habían recortado a educación 3 mil 600 millones de pesos como parte del recorte “preventivo” de principios de año. 10 mil millones de pesos menos que lo que se había presupuestado para 2016.

Otra vez se recorta dinero al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en esta ocasión, por 8 mil millones de pesos, al pasar de los 35 mil millones de 2016 a los 27 mil millones en 2017. Esto seguirá comprometiendo al único rubro que nos puede sacar de la dependencia tecnológica eterna y golpeará el financiamiento de proyectos de investigación y de programas de posgrado en todo el país y en todas las universidades públicas.

 

Sin necesidad

Cuando desde 2008 muchos alertamos, desde el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, la tragedia que supondría para el gasto público la privatización, aunque fuera parcial, de las ganancias de Pemex, algunos señalaron que estábamos exagerando. Desgraciadamente, hoy el tiempo nos da la razón.

El año pasado importamos petrolíferos (gasolina, diésel, turbosina y combustóleo) por 25 mil millones de dólares. A un tipo de cambio de 16 pesos por dólar eso significó que salieron del país 400 mil millones de pesos para pagar petrolíferos que deberían estarse produciéndose en el país. Hoy, con un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, esa enorme mole de dinero significa 500 mil millones de pesos, de los cuales 100 mil millones son adicionales, sólo debidos al tipo de cambio, no porque haya aumentado la cantidad importada.

Sin necesidad de ninguna reforma energética, habría bastado construir dos refinerías con capacidad de refinar 250 mil barriles diarios de petróleo, para dejar de importar los 400 mil barriles diarios de gasolina que hemos venido importando desde 2011. Con esas dos refinerías no solo habríamos dejado de importar gasolina sino que estaríamos exportando petrolíferos, los que tienen un valor agregado con respecto a la exportación de solo materia prima.

La construcción de una refinería con tal capacidad requiere de cuatro años de trabajo, aunque la India ha ya construido una refinería en tan solo tres años. Si se hubiera iniciado la construcción en 2008, desde 2012 seríamos ya autosuficientes en el consumo de petrolíferos y hasta estaríamos exportando algunos de ellos, aumentando los ingresos de Pemex.

El presupuesto de educación para 2016 fue de aproximadamente 300 mil millones de pesos y para salud fue de 132 mil millones de pesos. Como podemos ver, dejando de importar petrolíferos, de manera absurda, podríamos no solo no recortar el gasto en educación y en salud sino que hasta podríamos aumentarlos al doble, con el enorme beneficio que eso traería para el para el país.

Sin embargo, la ineptitud y la irresponsabilidad del hoy empleado de la trasnacional española Iberdrola, Felipe Calderón, lo llevaron a apenas construir la barda perimetral, y eso parcialmente, de una fantasmal “refinería” llamada “Bicentenario”. Y la ineptitud e irresponsabilidad del actual habitante de Los Pinos han impedido que en tres años y medio haya avanzado algo en la construcción de dicha refinería. Que no nos sorprenda que más adelante, una vez dejado el cargo, Peña Nieto sea contratado también por alguna trasnacional del sector energético como pago por sus invaluables servicios de no darle independencia energética a México, tal como se hizo con Felipe Calderón.

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