Opinión

Un México rico… de pobres

Por Rafael Vázquez

Es común escuchar en épocas de campañas políticas indicadores económicos difíciles de entender para el ciudadano promedio. Y es que pareciera ser que las cifras esgrimidas por el Gobierno Federal, en donde se asegura que la economía va marchando, contrastan con la realidad de un país en la miseria.

Sin embargo el Fondo Monetario Internacional tiene el mismo diagnóstico que las cifras esgrimidas por el licenciado Felipe Calderón: la economía, tras un prolongado “catarrito” en el 2008 ha estado recuperándose a pasos agigantados; el Producto Interno Bruto del 2006, a la fecha de un 4.8 por ciento, con tendencia a mejorar, además de contar con el ingreso nacional bruto per cápita más elevado de la región con 7.310 dólares, consolidándose como un país de ingreso medio-alto; la desocupación se ha mantenido estable en un 3.2 por ciento y según el OCDE el desempleo bajó a 5.3 por ciento.

Tenemos un país rico y estable… ¿Entonces?

¿Por qué el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indicó que la población en situación de pobreza ascendió a 46.2 por ciento en 2010? Es decir 52 millones de pobres en el país; 3.2 millones de pobres más que en 2008. ¿Por qué en un país en el que la actividad económica es mayor, existen más personas en la pobreza? El coeficiente de Gini podría ser una clave.

Vamos a poner un ejemplo sencillo. Hay un árbol que es cuidado por 10 granjeros. Gracias a los esmeros de los 10 campesinos el árbol produce 300 manzanas, en una situación de igualdad de ingresos cada granjero debería obtener 30 manzanas. Sin embargo esto es lo que no ocurre en México.

El índice de Gini mide la curva de Lorenz que es aquella que nos indica cuan dispar se están repartiendo las ganancias. Cuando existen reparticiones equitativas la línea negra atraviesa el diagrama en 45 grados. Sin embargo, entre más curva sea la línea roja, existe una disparidad mayor en la forma de repartir las ganancias.

Si pretendemos que esos granjeros representan a todo México en el 2006, el granjero más rico se llevó cien manzanas a casa y el más pobre cinco. Hoy en día el granjero que recibió más se llevó un aproximado de 120 manzanas y el más pobre apenas pudo obtener tres.

El índice de Gini nos indica que aunque cada vez haya una mayor producción en la huerta, también cada vez se reparte de manera más desigual el producto del trabajo.

Según la Comisión Nacional Bancaria, el 0.18 por ciento de la población (204 mil 472 individuos en un país con 112 millones) concentró activos en el mercado bursátil por seis billones 26 mil 954 millones de pesos, una cantidad increíble si la Secretaría de Hacienda nos informa que el PIB del 2011 es de 14 billones 140 mil 600 millones de pesos.

Según la OCDE, en las granjas vecinas el campesino más rico gana nueve veces lo del campesino más pobre, en México la proporción es de 27 veces. México tiene un coeficiente de Gini de 50.9, lo que lo hace más inequitativo que Zambia (50.8), Chile (49.4), Argentina (48.3), Ecuador (46), Uruguay (45.2), Nicaragua (43.1), Costa Rica (42.1), Venezuela (41.2) y otros países cuyas economías aparentemente son menores.

Es así que mientras las manzanas cada vez son más abundantes en nuestro país, también cada vez ese sector más favorecido obtiene un mayor número de ganancias.

Cabría señalar que no se puede tildar al gobierno de Felipe Calderón de mentiroso. El eslogan “Vivir mejor” ha sido totalmente cierto… para aquellos 204 mil 472 señores afortunados que se encuentran cosechando manzanas a raudales.

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