Agua en Querétaro: Alto estrés hídrico, un problema que ya existe y sólo se agravará

El estrés hídrico llegará al 80 por ciento en la mayoría del estado de Querétaro en 2030, no importa si partimos de un escenario optimista o pesimista, según la proyección del Atlas de Riesgo del Agua de la organización Aqueduct, encargada de analizar diferentes factores sobre el manejo y uso del agua alrededor del mundo.
El estrés hídrico es un concepto que se usa para medir la relación entre la cantidad de agua disponible y la demanda que tienen las personas de este recurso, por lo que gran parte de la entidad tendrá problemas para abastecerse de agua en los próximos ocho años. A partir de 80 por ciento, como el caso de Querétaro, se considera “extremadamente alto”.
Otra definición del mismo atlas es que un mayor número de usuarios de agua compiten por cada vez más limitados recursos hídricos. Este problema ya está presente desde ahora, pues las mediciones de la misma base señalan en su medición anual señala que ya hay un riesgo general del agua en todos los municipios.
Por ejemplo, en la zona metropolitana, San Juan del Río, Peñamiller y Cadereyta el riesgo es “alto”, al estar colocados en la escala 3-4 de un máximo de 4-5. Las demarcaciones con menor riesgo en este momento son Landa de Matamoros, Pinal de Amoles, Jalpan de Serra y Arroyo Seco, cuyos números están en 1-2, es decir, bajo-medio.
Los municipios que se verán afectados en mayor medida por el estrés hídrico en ocho años son Querétaro, Corregidora, Pedro Escobedo y Huimilpan. Los demás municipios del estado oscilarán entre el 60 y 80 por ciento, entre los que se encuentran Cadereyta de Montes, Ezequiel Montes, San Juan del Río, Tequisquiapan.
Pinal de Amoles, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros y Arroyo Seco por su parte, tendrán un estrés hídrico “alto”, al estar en un intervalo entre 40 y 80 por ciento. Estas demarcaciones serranas y el resto de las aquí señaladas mantienen el mismo pronóstico de estrés hídrico para 2040.
La proyección de Aqueduct, también establece un destino similar para otros estados del país, como Puebla, Coahuila, Chihuahua, Estado de México o Sonora. En contraste, el sur del país no presentará un nivel de estrés hídrico alto, manteniéndose por debajo del 10 por ciento para Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Tabasco, entre otras entidades.
Sequía y presas bajas
Otros indicadores que nos muestran la falta de agua en Querétaro son de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Por ejemplo, al 27 de julio solamente una de siete presas del estado superaba el 20 por ciento de su nivel de aguas máximas ordinarias (NAMO). Se trata del cuerpo de agua ubicado Jalpan de Serra, el cual estaba al 48 por ciento de capacidad.
Además, la sequía continúa, aunque en menor medida. En la zona norte los municipios se mantienen “anormalmente secos” o con “sequía moderada”. La zona metropolitana mantiene su estatus de “sequía severa” según el mismo Monitor de Sequía en México que pone a disposición la Conagua.
Acueducto III, la solución del gobierno
Para hacer frente al problema del agua, el gobierno estatal propuso la creación del Acueducto III, una infraestructura que proveerá del vital líquido a la zona metropolitana trayéndolo de presas de Hidalgo e incluso el Estado de México.
Se pretende concluirlo antes de 2024, según manifestó en su momento el gobernador Mauricio Kuri González. Se traerá agua de la presa Zimapán a la capital del estado y a las comunidades que se encuentran por el camino, con este se pretende obtener agua superficial y no extraerla de mantos acuíferos, ya que actualmente el 40 por ciento del agua que se consume en la capital del estado es extraída de pozos, que con el acueducto III se podrán cerrar.
En una entrevista realizada a finales de junio, Luis Alberto Vega Ricoy, vocal ejecutivo de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), reconoció que en 10 años nuestra entidad pudiera enfrentarse al panorama que vive actualmente la zona metropolitana de Monterrey por la escasez de agua. Por eso, defendió, es necesario que se realice el Acueducto III.
Por otra parte, en una rueda de prensa el pasado martes, Federico Orozco, ambientalista local, reiteró la crítica que han hecho académicos y especialistas al proyecto que promete solventar las necesidades de agua por 50 años: de nada sirve traerla desde más lejos si la crisis de agua se prevé, sea generalizada.
“La ciudad está en una situación crítica… además de asegurar la disponibilidad de agua a través de la protección de Peña Colorada y otros bosques debemos asegurar los servicios ambientales, para que se fortalezca la resiliencia en las zonas urbanas ante los extremos climáticos, afrontando el planeta”.
Por ello, señaló como una alternativa el proteger los ecosistemas y bosques para mantener un ciclo hidrológico del agua sano para proveer este líquido a las ciudades. De igual forma hay que fortalecer lazos internacionales para observar qué estrategias toman para combatir el cambio climático y falta de agua.
Mientras se continue otorgando cambios de uso de suelo y se considere según autoridades «embellecer» los camellones con piedritas y cemento, provocarán la nula absorción de agua al subsuelo y se padecerá ausencia del vital líquido.
Y si se continúan construyendo parques industriales en la ciudad, en lugar de enviar éstos parques a municipios cercanos y levantarles su economía evitando que la gente se desplace a la ciudad- capital en busca de trabajo.
Se debe construir polos de desarrollo con todos sus servicios.