DestacadasEspeciales

Acuífero de Querétaro: Una muerte anunciada para 2025

El acuífero del valle de Querétaro tiene solamente dos años de vida útil si no se revierte la sobreexplotación, advierte el informe Escasez Provocada en la Zona Metropolitana de Querétaro, elaborado por Bajo Tierra Museo del Agua. El uso desmedido del recurso se ha dado pese a la entrada en funcionamiento del Acueducto II, el cual trae gran parte del líquido a la zona metropolitana.

El documento presentado el pasado martes documenta las distintas afectaciones que han ocurrido durante años a causa de sobreexplotación, urbanización acelerada, acaparamiento, contaminación y cambio climático.

En el mismo advierten que el acuífero, el cual es la principal fuente de abastecimiento de la ciudad, duplicó en 20 años la demanda de agua, al pasar de 33 millones a 74 millones de metros cúbicos del líquido por año. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el acuífero se ubica en Querétaro, Corregidora y El Marqués.

Uno de los datos destacados es que entre 2019 y 2022 a nivel nacional, la entidad registró el sexto lugar en mayor estrés hídrico, tanto está presente la escasez de agua como la dependencia de fuentes externas. Por ello, el 60% de abastecimiento es de acuíferos sobreexplotados y el 40% proviene del estado de Hidalgo, según la Comisión Estatal de Aguas (CEA).

El panorama que enfrenta la entidad

El Acueducto II se construyó para disminuir la sobreexplotación del acuífero valle de Querétaro, pero hasta hace tres años aún habían 239 pozos que extraían más de 120 mil metros cúbicos al año, así que “las autoridades locales estimaron que de no revertirse su sobreexplotación agotará su vida útil para 2025” según el informe de escasez.

El Plan Municipal de Desarrollo 2021-2025 para el municipio de Querétaro, señaló que la zona metropolitana consume casi la misma cantidad de agua para uso industrial que para uso público-urbano.

Pero se analizó que cuatro de las 10 empresas que utilizan más agua en el estado, operan con títulos que les autorizan la explotación de pozos para uso industrial, agrícola, público urbano y en la categoría de «diferentes usos».

Además, tras 13 años de la operación del Acueducto II, el estrés hídrico de la ciudad no ha disminuido y las situaciones de desabasto se acrecentaron. Sumado a que la CEA declaró que entre 2019 y 2022, aproximadamente 40 y 50 por ciento del agua que abastece la metrópoli se perdió por fugas y tomas informales.

“Pone en evidencia la mala gestión del agua, la mala administración del agua. Evidentemente es una escasez ficticia (…) ha sido creada por el propio estado, ¿Para qué? Para hacer negocio y eso viene aquí”. señaló Eduardo Solorio Santiago, quien forma parte de la Red de Investigadores Sociales Sobre el Agua.

También se habla de que intervenciones humanas han afectado los patrones climáticos. Se tiene identificado que el 60 por ciento de la superficie estatal se ha transformado a partir del crecimiento urbano e industrial acelerado.

Así que disminuyó significativamente tanto la cobertura vegetal como las zonas de contención del escurrimiento pluvial, cuestión que intensifica los “fenómenos hidrometeorológicos atípicos”, por eso las tormentas en los años de 2003, 2004, 2014, 2017, 2021; y hasta recientemente en 2023 en el municipio de Amealco.

Según la actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero valle de Querétaro, elaborado por Conagua en 2020, no existe un volumen disponible para otorgar nuevas concesiones; por el contrario, el déficit es de 63 millones 724 mil 840 metros cúbicos anuales que se extraen a costa del almacenamiento no renovable del acuífero.

El cuarto informe de Bajo Tierra Museo del Agua se publicó en agosto, fue coordinado por Cecilia Robles Bernal, licenciada en Geografía Ambiental y Claudia Romero Herrrera, abogada especializada en el tema ambiental; se puede consultar en la página electrónica del colectivo.

Mariana García Estrada, licenciada en Geografía Ambiental por la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), comentó sobre la investigación:

“Es importante recalcar que se hace desde un enfoque hidrosocial y no solamente hidrológico como se viene diciendo en las instancias de gobierno, sino que trata de englobar factores y procesos económicos, sociales y políticos que están implicados en el agua”.

Recomendaciones ante la situación

La investigación documental con datos cualitativos y cuantitativos, que incluye representaciones de ejercicios etnográficos y mapeos comunitarios para dar cuenta de la situación de escasez en Querétaro, no solo habla de la problemática sino que también ofrece recomendaciones que podrían disminuir las afectaciones.

Entre algunas propuestas se señala:

-Una regulación de los cambios de uso de suelo del sector inmobiliario e industrial, asimismo establecer estrategias y redes de monitoreo ciudadano al sector privado en sus procedimientos de extracción, tratado y desalojo de aguas.

-En cuestiones de gobernanza que las decisiones se tomen bajo perspectiva de responsabilidad ambiental y social, con énfasis en la conservación, rehabilitación y la prevención de riesgos y conflictos.

-Garantizar el acceso equitativo del agua, para evitar incremento de condiciones de vulnerabilidad relacionadas a la escasez, a través de proyectos de resiliencia hídrica para la zona metropolitana.

De igual manera en una leyenda del documento se resalta que la situación “es reversible si cambiamos a un modelo de gestión integral del agua y planeación de la ciudad, que considere la conservación de la estructura y la función de la subcuenca”.

Katia Santoyo

Estudiante de la licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Autónoma de Querétaro. En proceso de la formación conjunta socióloga en periodismo. Reportera de Tribuna diario desde enero de 2022.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba