Nuevamente golpean a comerciantes indígenas en Amealco; acusan a delegada
Sara Hernández calificó estas amenazas como una violencia institucional cuyo fin es desaparecer el comercio comunitario y beneficiar a grupos afines al PAN que buscan repartirse los «pocos recursos» que se generan en la comunidad
El hostigamiento y amenazas de la delegada de Santiago Mexquititlán, Amealco de Bonfil, Verónica Sánchez Gutiérrez, se evidenciaron de nueva cuenta con la agresión a dos comerciantes indígenas que vendían en el tianguis de la localidad, quienes acusan a la funcionaria panista de estar detrás de las golpizas de las que fueron víctimas.
Entre las personas agredidas por trabajadores de la iglesia de la comunidad se encuentra Sara Hernández Jiménez, hija de Jacinta Francisco Marcial, la indígena encarcelada y absuelta por el supuesto secuestro de seis agentes federales; pero, más recientemente, denunciante por amenazas de la delegada de Santiago Mexquititlán hacia su persona y familia (Tribuna de Querétaro, 914; 915).
Sara Hernández calificó estas amenazas como una violencia institucional cuyo fin es desaparecer el comercio comunitario y beneficiar a grupos afines al Partido Acción Nacional (PAN), que buscan repartirse los «pocos recursos» que se generan en la comunidad y continuar con el saqueo y deterioro del ecosistema y las comunidades indígenas por la resistencia que representan estas.
En rueda de prensa, Jacinta Francisco Marcial recordó que la delegada constantemente acosa a las vendedoras —y junto a otras personas— pretende provocarles o asustarles; por ello urgió a las autoridades a tomar cartas en el asunto, pues advirtió que el problema se agravará por culpa del Municipio de Amealco, cuyo presidente municipal es el panista Rosendo Anaya Aguilar.
“Ella que no se defendió, piensan que somos problemáticos, no es así. Cuando hablamos la verdad, más nos echan la culpa de que somos los culpables, y los que dicen mentiras les creen más; todo el tiempo pasa eso. En el 2006 me echaron la culpa y ahora otra vez las mismas personas del Municipio nos echan la culpa a los tianguistas”, lamentó.
Sara Hernández confirmó que interpusieron una denuncia en la Fiscalía General del Estado; sin embargo, cuestionó la imparcialidad del órgano autónomo, ya que hace un par de meses emitió una orden de restricción, pero de Jacinta Francisco y su familia hacia la delegada, cuando ésta era la que constantemente difamaba y hostigaba a la mujer indígena.
Finalmente, Adrián Fernández Valdez, el otro comerciante agredido, narró que al menos 10 personas fueron las que le golpearon a él y a Sara Hernández. Estos personajes se refugiaron en el edificio de la delegación tras lograr su cometido. El tianguista también acusó que durante la agresión le robaron un teléfono celular, el cual señaló que es muy importante dado que contiene sus datos personales.