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Poner tropas no es solución a problemas de seguridad: Vielma

Querétaro cuenta con cinco de las 266 coordinaciones regionales de seguridad; pero todas señaladas con un nivel de violencia “alto”: Corregidora, Querétaro, San Juan del Río, El Marqués y Tequisquiapan.

Por los tipos de delitos que hay en Querétaro debe haber una coordinación sólida de los niveles municipal, estatal y federal, pues las formas y manifestaciones de la criminalidad en la entidad no los debe de atender el Ejército, consideró Omar Vielma Luna, coordinador del Centro de Investigaciones Jurídicas y Criminológicas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).

Vielma Luna asentó que con una estrategia integral, de requerirse la Guardia Nacional tendría que ver sólo con un aspecto de la misma, pues sería necesario enfocarse a fortalecer otras estrategias dirigidas a la ciudadanía que permitieran construir una cultura de legalidad y de paz.

Formuló que la garantía de la seguridad no debe de recaer sólo en manos de las coordinaciones federales del Ejército y las policías, pues podría lograrse con un trabajo en conjunto de varios sectores de la sociedad, como el ciudadano, las familias, las instituciones educativas, los medios de comunicación y el gobierno. La estrategia de seguridad del presidente, Andrés Manuel López Obrador, se enfoca a 266 puntos del país, de los cuales 153 son donde se identificó mayor violencia.

El estado de Querétaro cuenta con cinco coordinaciones regionales; pero resalta que todas están señaladas con un nivel de violencia “alto”, acorde al estudio ‘Coordinaciones para la Seguridad’ realizado por México SOS. Se trata de los municipios de Corregidora, Querétaro, El Marqués, San Juan del Río y Jalpan de Serra. Se intentó contactar con el comandante de la 17 Zona Militar, Inocencio Prado, pero su oficina de Comunicación Social indicó que por seguridad las estrategias a efectuarse debían permanecer en privado.

Poner tropas no es la vía

Sin embargo, Vielma señaló: “Me parece desafortunado que de pronto a un estado llegue la tropa a instalarse. No es como querer ir a resolver un problema donde no lo hay. No sé de donde sacaron los diagnósticos ni en base a qué están señalando como focos rojos (…) Poner tropas por poner, por muy buenos que estén hechos a nivel de indicadores de incidencia delictiva, me parece que tampoco es la vía”.

Salvo Tequisquiapan, a los municipios detectados como “focos rojos” se destinaron recursos del Programa de Fortalecimiento de la Seguridad (Fortaseg) del actual gobierno federal para atender la violencia. Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, las mismas cinco coordinaciones ya habían sido trabajadas como zonas de atención prioritaria para combatir la inseguridad.

Sólo para la capital, se prevé una inversión de 800 millones de pesos para el plan de seguridad, el mayor monto de la historia del Municipio de Querétaro; Luis Bernardo Nava Guerrero, presidente capitalino, subrayó en su momento que es un proyecto ambicioso, si se toma en cuenta que el gobierno federal redujo en 20 por ciento el Fortaseg.

Combinar estrategias

Consideró “problemático” que se busquen propuestas para contener los indicadores de criminalidad sin buscar combinarlas con otro tipo de estrategias. “No basta el pensar en la creación de un cuerpo como puede ser la Guardia Nacional. Habría que trabajar en otros niveles: formativos, educativos, de construcción de ciudadanía con quien integramos y somos parte de la sociedad y no tenemos que ver ni con policías ni con militares. Es decir, el ciudadano común”, recalcó.

Vielma Luna consideró que el uso del Ejército en materia de seguridad interna es un problema estructural relacionado a la falta de una política de prevención del delito que propició la presencia de diversos tipos de delitos. A su vez, explicó que la “ocurrencia —que yo supongo que fue una ocurrencia—” de usar al Ejército fue también de la mano de la falta de capacitación y de la corrupción que impera en diferentes niveles de las corporaciones policiacas.

Policía y Ejército: disciplinas diferentes

Respecto a los riesgos potenciales de utilizar el ejército para labores de seguridad interna, Vielma Luna explicó que estas se derivan de las diferentes disciplinas que tienen en uno y otro organismo. Un policía profesional y efectivo, explicó, analiza e interactúa con los contextos en los que realiza su labor, además de realizar investigaciones bajo el orden de una estructura democrática. El Ejército, explicó, también cuenta con profesionalidad, pero encaminada a la obediencia de órdenes que generalmente se dirigen a neutralizar enemigos.

Por otro lado, señaló como importante considerar que las estructuras policiales se encargan de la prevención, contención e investigación del delito, mientras que el Ejército no tiene estas funciones. Recientemente, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló ante el Congreso de la Unión que los mandos militares no deben suplir a las policías en cuanto a investigación, prevención y sanción del delito.

No creo que se la vía la militarización para combatir el delito. No se trata de que yo lo neutralice; se trata de realizar estrategias muy puntuales de prevención. Prevención en distintos niveles y desde distintas formas; a través de modelos epidemiológicos, de modelos situacionales, de modelos culturales, que son probablemente los más complicados y son esquemas a largo plazo”, aseveró.

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