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Santiago Mexquititlán: Espera la resolución final del juez para defender su pozo contra la Ley de Aguas de Querétaro

Santiago Mexquititlán Amealco de Bonfil continúa en pie de lucha para defender su pozo de agua. Aunque la suspensión condicional sigue vigente y prohíbe cualquier concesión sobre su pozo, la comunidad necesita la resolución final del juez para saber si han ganado la batalla contra la Ley que regula la prestación de servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento del estado de Querétaro, comúnmente conocida como «Ley de Aguas».

La demanda de amparo que corresponde al juicio 907/2022 consiguió en el mes de agosto del año pasado una suspensión provisional para evitar la concesión o privatización del pozo perteneciente al barrio cuarto.

“Ahorita estamos en espera de lo que el juez dictamine, los abogados nos dijeron que se tardaría menos de un año. De hecho, en lo que dura el proceso del amparo, está suspendida la ley que privatiza los servicios del agua”.

agregó Sara Hernández

La comunidad que pertenece a Amealco ha notado un cambio desde que hubo un cese a lo que denominan el saqueo de agua a través de pipas, pues hace tres años observaban la laguna desértica y agrietada, mientras que actualmente permanece con agua a pesar de que le dan distintos usos para riego, por lo que notan la recuperación del manto acuífero.

Fue el 31 de marzo de 2021 cuando pobladores tomaron una pipa de agua que extraía agua de su pozo con rumbo desconocido, lo cual consideraron un saqueo porque les dejaban a ellos sin agua.

Respecto a la idea de compartir el agua del pozo con la cabecera municipal u otras comunidades, Sara Hernández considera que sería una decisión que tendría que tomarse comunitariamente desde la asamblea del Concejo Autónomo de Santiago Mexquititlán.

“No es primero nosotros y después los demás, porque ellos se supone que también tienen sus recursos naturales, nosotros creemos que más allá de que sea para otra comunidad, la utilizan para empresas privadas».

Además, considera que tendría que hacerse un diagnóstico del mismo pozo y de las necesidades del lugar.

Aunque la Comisión Estatal de Aguas (CEA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) empujan a la comunidad otomí a depender del servicio del líquido a través de los lineamientos de ambas instituciones, los habitantes resisten con su autodeterminación como pueblos indígenas. Pues el manejo de pozos agrícolas artesanales, ríos, linderos, bordos y presas de la zona, se maneja mediante comités y asambleas.

“Entonces nos compete conservarlo y lo que no tenemos, pues irlo recuperando poco a poco, porque nos están queriendo arrebatar de un jalón prácticamente lo poquito que nos sobra para subsistir”.

Cosmovisión del agua desde los pueblos originarios.

Sara Hernández, originaria de Santiago Mexquititlán, cuenta que los abuelos les heredaron la creencia de que el agua es un elemento sagrado y con el paso del tiempo, cada vez hay más necesidad de reivindicar ese valor espiritual, porque algunos habitantes lo han olvidado.

Te quita la sed, pero además te da la comida porque de ella es la cosecha para todo el año, nos da la milpa, calabaza y frijol. Pero todo se conecta, la tierra, el agua, el aire y el sol para la comida del campo”, explicó la integrante del Concejo Autónomo de Santiago Mexquititlán.

La danza de las pastoras también está ligada a la siembra y se realiza en mayo, las mujeres otomíes usan sombreros y vestimenta colorida para hacer la ceremonia en la que invitan a toda la comunidad a pedir por una temporada de lluvias principalmente para el cultivo del maíz, que es lo más característico de Amealco.

También en Tolimán, el agua es un elemento sagrado al que se le agradece con rituales, danzas y peregrinaciones al cerro del Zamorano y del Frontón: “las comunidades campesinas indígenas, fueron comunidades arraigadas al campo, que es lo que permitió que se siguieran realizando sus propios ritos a la naturaleza y lo que hoy subsiste son rituales muy ligados al medio natural en torno de la agricultura”, indica Yolanda Reséndiz Hernández, cronista del municipio.

El sincretismo entre la religión católica y lo prehispánico está presente en la danza de la Xaha, pues el 31 de diciembre en la fiesta de San Pablo Tolimán se hace un bailable con vestimenta de la región y un bastón de madera con cintas de colores representa la lluvia que brota en la tierra.

Yolanda Reséndiz indicó que en abril la peregrinación al cerro del Zamorano y en mayo la peregrinación al cerro del Frontón se lleva a las cruces milagrosas para visitar a los antepasados y los Xitá (abuelos), así como por una buena temporada de lluvias.

Katia Santoyo

Estudiante de la licenciatura en Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Autónoma de Querétaro. En proceso de la formación conjunta socióloga en periodismo. Reportera de Tribuna diario desde enero de 2022.

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