8M: persiste la lucha por la libertad

8 de marzo en México o en cualquier lugar del mundo ya no es lo mismo, ahora existe el reconocimiento de cuáles son los colores que identifican la marcha, la protesta y la lucha feminista. Es 8 de marzo porque escuchamos las firmes voces de cientos de mujeres, niñas y adolescentes que acompañadas de canciones elevan aún más el sentimiento de justicia y visibilidad. No solo es una marcha vistiendo el morado en las prendas, sino que representa todos y cada uno de los casos archivados, desapariciones, feminicidios, acoso y abuso sexual en contra de la mujeres.
La violencia de género no solo se presenta de manera física, sino también de manera verbal y psicológica: mujeres de 15 años y más han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida, a nivel nacional Querétaro se encuentra en tercer lugar con un 75.2 por ciento.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aquellas mujeres que experimentan mayor violencia son las que residen en áreas urbanas con un 73% y cuyas edades oscilan entre 25 y 34 años, luego, quienes cuentan con un nivel de escolaridad superior afirmaron ser víctimas de violencia en un 77.9%.
A la ola violenta de mujeres asesinadas cada año se suman las agresiones y los malos tratos, por lo que un 38% de mujeres en la región Latinoamericana reconoce haber vivido violencia en el hogar, en algún momento de su vida y una de cada tres ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja, de acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El 90% de las mujeres que sufrió violencia escolar, laboral, comunitaria, familiar o de su pareja no presentó una denuncia, hay 48 millones de mexicanas mayores de 15 años que sufrieron violencia física o sexual y no dijeron nada, de acuerdo con datos del INEGI. Así como 22.8% en cuestión de violencia familiar no se realizó la denuncia por miedo a las consecuencias o amenazas.
Colocar espacios en morado en el transporte público o hacer metros exclusivos para mujeres no eliminará por completo la violencia, archivar casos o señalar que las desapariciones fueron voluntarias como el caso de Indios Verdes, el cual logró confusión entre los ciudadanos. De quienes realmente debemos escuchar es la voz es de las víctimas, de quienes lo vivieron y exigen justicia.
Es fácil criticar y quejarse de las marchas, pero el problema es no cuestionarse por qué lo hacen, qué están exigiendo y cuál es el objetivo que se quiere obtener. Escuchar y entender que nos encontramos en un país donde hasta septiembre del 2022 se registró el pico más alto de violaciones, denuncias por violencia de género y familiar, así como llamadas de emergencia por abuso sexual de los últimos cinco años.
El 8 de marzo se conmemora en el mundo la lucha de las mujeres por el reconocimiento, la justicia, la libertad y ejercicio de sus derechos, es reconocer la importancia histórica que trajo a nuestro país con raíces machistas, pues hasta la fecha se han logrado visibilizar más los casos de violencia de género, el ‘’no estás sola’’, que vivas y libres nos queremos, y el lo digo yo porque ella ya no puede.