Testimonio: “servicios médicos actuaron de forma misógina ante mi violación”

El testimonio de una joven queretana de 21 años revelo la misoginia de los servicios médicos de Tequisquiapan Qro.
María A.L de 21 años de edad, originaria del municipio de Tequisquiapan, Querétaro, fue violada en septiembre de este 2021. Conoció a su agresor a través de una plataforma digital de citas y jamás imaginó la historia que contaría a propósito de ese encuentro: “Yo conocí a Omar (N) por una aplicación de citas, desde el principio él era muy insistente, pero nada alarmante, decidimos conocernos, lo cité en mi casa para ver películas, todo tranquilo hasta ahí.”
María aclara que al principio todo fue consensuado hasta que Omar tomo una actitud violenta y desesperada mientras tenían relaciones sexuales. Él se retiró el condón y María le pidió que se detuviera, pero la ignoró. Después de muchas otras agresiones María quedo paralizada y se sintió obligada a pasar la noche con él: “no lo quise correr porque me dio miedo que me fuera a hacer algo a mí o a mis roomies… era muchísimo más alto y fuerte que nosotros.”
A la mañana siguiente él se fue, pero María seguía en shock, no podía creer lo que había pasado. Horas más tarde, Omar, el agresor, le escribió por la misma app que se conocieron: “lo nuestro no va a funcionar” y la bloqueó.
Una semana después, María comenzó a tener síntomas muy molestos. Parecía una fuerte infección y fue a realizarse estudios, los cuales salieron positivos a virus de Papiloma Humano y a tricomoniasis: “no me quiero victimizar, pero ese cabrón me arruino la vida”, dijo María.
Una vez que recibió los resultados de su análisis decidió acudir a su doctor de cabecera, ubicado en Tequisquiapan, ella le contó su historia, esperando obtener empatía.
Pero contrario a lo que esperaba, el doctor le dio un discurso misógino, señalándola a ella como la culpable de su abuso: “me sentí señalada e incómoda”.
En el estado de Querétaro, muchas mujeres como María son abusadas, 86.4 de cada 100 mil han sido victimas de lesiones dolosas, según el reporte de Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
Y también, muchas mujeres como María, tienen que enfrentar culpas socialmente asignadas.
¿Dónde estabas?
¿Con quién estabas?
¿Qué llevabas puesto?
¿Estabas tomada?
Son algunas de las preguntas que más que apoyar, revictimizan y sobre todo, culpan a las víctimas de agresiones sexuales en el país y Querétaro no ha sido la excepción.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, víctima se define como “las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente” (Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, 1985). Como víctimas de un delito, las mujeres sufren de procesos complejos en los que la autoridad ignora que son seres humanos que, frente a una situación de violencia, quedan en la total indefensión. En ese sentido, el Estado debiera de dar los elementos necesarios para que, durante su proceso, puedan obtener justicia y las posibles reparaciones no sean aún más difíciles de lo que ya ha experimentado.