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Sociólogas (In)Visibles

No cabe duda que las mujeres siempre han estado inmersas en las ciencias, y las Ciencias Sociales no son para nada son la excepción. Gracias a El Chisme de las Sociólogas pudimos conocer a tres grandes teóricas precursoras del movimiento feminista, las cuales, siempre habían estado opacadas por varones, pero que, afortunadamente, nosotrxs estamos aquí para  darles el lugar que siempre han merecido.

El proyecto desarrollado a través de las redes sociales (Instagram, Twitter y Facebook)  fue propuesto por el maestro que impartió la asignatura de Teoría Social Clásica en el semestre  2022-2, Mario Armando Vázquez Soriano, docente de la Facultad de Ciencias Políticas y  Sociales y coordinador de la Maestría en Ciencias Sociales. Este proyecto tuvo el propósito de dar a conocer las vidas, obras y aportaciones de las sociólogas Harriet Martineau, Rosa Luxemburg y Marianne Schnitger, quienes enriquecieron el estudio social desde la perspectiva de género. 

En primer lugar, tenemos a Harriet Martineau, quien se debe considerar y reconocer como la madre de la Sociología. Nació el 12 de junio de 1802, y durante toda su vida, fue una gran pensadora, intelectual, escritora y activista social, esto a pesar de que sufría de anosmia y eugesia, lo que hizo que perdiera el oído a los 12 años de edad. Realizó significativos aportes al periodismo y a la teoría social de Inglaterra (su país de origen) y de Estados Unidos. Entre sus  aportes más importantes, se puede encontrar su obra titulada Sociedades en América, donde analizó la política, la economía y la religión en el crecimiento de la población americana. Harriet puso especial énfasis en la moral de las sociedades para explicar su estructura y su desarrollo, en el cual, presentaba a la mujer como el principal eje de las civilizaciones

Es de suma importancia mencionar que, sesenta años antes que Durkheim, Harriet Martineau estableció el objeto de estudio de la Sociología, al que denominó Cosa Social. Además, también propuso el método para su estudio.

Aquí la gran cuestión: Ya que Martineau había establecido la Cosa Social, ¿podría haber  pasado que Durkheim tomara este principio para proponer el Hecho Social junto con su método?, ¿pudo haber existido plagio en el origen la Sociología?

En segundo lugar, tenemos a Rosa Luxemburg, quien nació en Zamoc, Polonia en 1871. Desde temprana edad, Rosa se unió al Partido Revolucionario del Proletariado donde sus trabajos le dieron notoriedad durante el régimen zarista, y por eso mismo se encontró entre los  objetivos de la policía e hizo que escapara a Zúrich, Suiza, donde realizó sus estudios de Filosofía en la universidad pública. Al finalizar sus estudios, se unió al Partido Socialista polaco y fundó el periódico La causa obrera; pero, desafortunadamente, su lucha duró igual que su corta vida. Esta lucha la llevó a pisar la cárcel en varias ocasiones y también a morir asesinada el 15 de enero de 1919

Luxemburg fue una marxista enfocada a la reivindicación de la mujer en el capitalismo, y a diferencia de Marx, quien planteó sus teorías desde el escritorio, ella fue una luchadora. No solo emprendió la justa rebeldía desde lo teórico (Reforma y revolución, La acumulación de  capital, La revolución rusa) sino que también hizo presencia en la calle, en donde se hacen los revolucionarios. 

Después tenemos a Marianne Schnitge, quien nació el 02 de agosto de 1870 en Oerlinghausen, Alemania. Durante su crecimiento, experimentó muchas pérdidas familiares; hasta que, en 1893, se casó con su tío abuelo, Max Weber, al solo tener 23 años de edad. Una vez  casados, la pareja se mudó a Heidelberg, con el fin de que Max impartiera clases en una universidad, mientras que Marianne fundó un club local denominado Formación femenina, el cual tenía por objetivo, promocionar la educación femenina. Es así como comienza la presencia  de Marianne en temas de perspectiva de género. 

Schnitge es reconocida, más que nada, por su labor como editora de los textos de su esposo, más que por sus aportes en la Sociología. Hay que reconocer que Marianne puso en jaque los pensamientos de los padres fundadores de la Sociología, en especial, a Durkheim, porque no tomaba en cuenta a las mujeres en el proceso de modernización. Además, Marianne destacó por ser toda una mujer crítica de la modernidad. Observó que este proceso sacó a las mujeres de sus casas, ya que todo lo que ellas producían fue remplazado, e incluso ellas, por una máquina, abriéndoles otro panorama a las mujeres de aquella época: el ir a buscar empleo fuera de sus hogares. Este hecho acarreó que accedieran a empleos menos valorados y, por ende, muy mal pagados, generando en ellas una mecanización, que tiene como único objeto acumular capital. Esto que observó Marianne es a lo que llamó dualismo de la mujer moderna, es decir, una constante tensión entre el ser y el querer ser

Los que dicen que no hay mujeres en la teoría social, están equivocados. Así como existe suficiente material de varones, también lo hay de indiscutibles mujeres como Martineau, Luxemburg y Schnitger. 

Aún estamos a tiempo para leerlas, reflexionar sus obras y criticar a la sociedad con perspectiva de género como lo hicieron ellas. No permitamos que la sombra del patriarcado opaque a las científicas que tienen tanto que aportar para entender la realidad. Es increíble que se puedan estar invisibilizando, y que Durkheim, Marx y Weber sean más conocidos. Por fortuna, repito, estamos nosotros aquí para darles su lugar.

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