Bella Ciao

Fox, Xóchitl, los panistas y las pensiones

El pasado 17 de julio, el panista y expresidente de México, Vicente Fox, concedió una entrevista a un periodista del medio Latinus (cuyos accionistas principales son familiares del excandidato a la Presidencia de la República, por parte del PRI, Roberto Madrazo). En esta entrevista, Fox señala que está esperanzado en que, si llega a la Presidencia de la República, Xóchitl Gálvez les regrese sus onerosas pensiones a los expresidentes y que, al mismo tiempo, les quite los apoyos a 25 millones de familias mexicanas beneficiadas por alguno de los programas sociales instaurados por el actual gobierno de la 4T.

En esencia, Fox pide que se le regrese su pensión y que se le quiten las pensiones a los demás. La derecha en pleno se quita la máscara.

Para esto es necesario recordar que las pensiones a expresidentes eran ofensivas para la clase trabajadora mexicana. De ninguna manera se justificaban montos tan onerosos por tan sólo seis años de trabajo.

En efecto, en 2016, de acuerdo con datos oficiales, la pensión del panista Felipe Calderón nos costaba más de 54 millones de pesos al año, 4.5 millones de pesos mensuales. La del panista Fox nos costaba alrededor de 49 millones de pesos, más de 4 millones de pesos mensuales. Mantener a Ernesto Zedillo nos costaba casi 38 millones de pesos anuales (y eso que había ‘renunciado’ a su pensión); mantener a Salinas de Gortari nos costaba casi 43 millones de pesos (y eso que también había ‘renunciado’ a su pensión).

Ahora sí que estas pensiones ni en Abu Dabi, ni en Catar. Un verdadero lujo injustificado en un país con más de 50 millones de pobres.

Las ‘pensiones’ a expresidentes eran tan caras porque no sólo se les pagaba una pensión vitalicia, sino que, desde Luis Echeverría, además se ponía a su disposición a 78 elementos del Estado Mayor Presidencial (a los que había que pagarles su sueldo) y 25 empleados de la Presidencia, con sueldos que, en 2018, alcanzaban los 200 mil pesos mensuales. Y desde Miguel de la Madrid se añadió un seguro de vida, así como un seguro de gastos médicos mayores (de seguro no podían atenderse en el IMSS o en el ISSSTE porque desde la presidencia desmantelaron a dichos servicios de salud pública).

El monto de los recursos destinados, tan solo en 2013, para cubrir las pensiones de exmandatarios, fue de 10 millones 970 mil pesos; además de 29 millones 770 mil pesos que se presupuestaron para el pago del personal de apoyo de Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo, Carlos Salinas y Luis Echeverría, sin incluir, en dichos montos, las erogaciones por concepto de seguridad.

El gasto que han significado las pensiones vitalicias a los exmandatarios es del orden de: Vicente Fox cobró 40 millones desde que dejó el poder en 2007, hasta julio de 2017. Felipe Calderón recibió 20 millones por este concepto.

Además de las pensiones exorbitantes hay que incluir, el costo que representa el personal asignado a cada uno de los exmandatarios. Felipe Calderón contaba con 19 personas a su servicio (representando una erogación de casi 10 millones de pesos anuales). Vicente Fox contaba con 20 personas (costo de más de 5 millones de pesos anuales). Ernesto Zedillo contaba con 5 personas (casi un millón de pesos al año). Carlos Salinas, contaba con 10 personas (costo de casi 3 millones de pesos anuales). Y, finalmente, Luis Echeverría contaba con 17 personas a su servicio (costo de casi 2 millones de pesos anuales). Es decir, los expresidentes, tan solo por el personal que tenían asignado, nos costaban más de 21 millones de pesos al año, 1.75 millones de pesos mensuales.

A estas insultantes ‘pensiones’ es a lo que quiere regresar el panista Vicente Fox si llega a la presidencia su exempleada, también panista, Xóchitl Gálvez. Ya estamos avisados.

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