La señora X y la policía federal de Felipe Calderón

El pasado 3 de agosto, la casi segura candidata a la Presidencia de la República por parte de la mafia del poder, Xóchitl Gálvez, reivindicó la política de ‘seguridad’ del narco gobierno de Felipe Calderón (El País, 03/08/2023) y defendió la actuación de la policía federal en ese sexenio sangriento.
No nos debe sorprender, Gálvez es netamente panista, aunque trate de ocultarlo señalando que no está afiliada al partido. Es senadora plurinominal por el PAN; formó parte del gobierno del panista Vicente Fox, en el período 2000-2006; fue candidata del PAN a la gubernatura de Hidalgo, en 2010; en 2015 ganó las elecciones en la Delegación Miguel Hidalgo, de Ciudad de México, postulada por el PAN; actualmente es apoyada por el PAN como aspirante a la candidatura presidencial y se junta con todos los panistas de cepa, como Diego Fernández de Cevallos.
La señora X hoy sale a defender lo indefendible: a la policía federal de Calderón.
Cosa curiosa. ¿Qué no sabe la señora que Genaro García Luna, secretario de seguridad de Calderón, fue declarado culpable de narcotráfico en Estados Unidos, país en el que está detenido? ¿Qué no sabe que García Luna fue el creador de la policía federal? ¿Qué no sabe que García Luna fue director de la Agencia Federal de Investigaciones en el gobierno al que ella misma perteneció?
Debe saberlo. Es senadora. Debe estar informada. Esa información la conocemos casi todos. Y, entonces, ¿defiende a esa policía corrupta (hoy extinta) a pesar de las evidencias de que un grupo mafioso dirigió a esa institución?
Ya debería haber leído en la revista Contralínea (17/02/2023) el artículo: Identificados, los integrantes del cártel de Genaro García Luna”, en el que se presenta el organigrama de la cúpula de ese cártel (en el que varios de sus integrantes están en la cárcel, otros están prófugos y otros más muertos).
Al tratar de reivindicar a la infiltrada policía federal y a la supuesta ‘guerra contra el narco’ Felipe Calderón, Gálvez está reivindicando también el uso faccioso de dicha policía por parte de los gobiernos panistas para reprimir movimientos sociales.
La policía federal fue usada para reprimir al magisterio que luchaba por sus derechos laborales ante la reforma laboral (disfrazada de ‘educativa’) que impuso el PRIAN, en 2013. Se usó a la policía federal para presionar a maestros que se oponían a presentar el examen que servía para legitimar la pérdida de sus derechos laborales.
Sucedió en varios estados de la República. Como en Nochistlán, Oaxaca, cuando la represión, por parte de 400 policías federales, 400 estatales y 50 elementos de la Agencia de Estatal de investigaciones, dejó una estela de ocho civiles muertos, 108 heridos y 23 detenidos, principalmente maestras y maestros.
O como cuando en 2009 la policía federal tomó de manera violenta las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro para imponer a sangre y fuego la posterior reforma energética que entregaría gran parte de la generación de energía eléctrica a empresas extranjeras.
O como en 2006 cuando la policía federal fue usada por el gobierno del panista Fox (y al que perteneció Gálvez), para reprimir a pobladores de Atenco que se oponían a la construcción de un aeropuerto en sus tierras. En esa ocasión se denunció la violación, por parte de policías, de 30 de 47 mujeres detenidas, además de detenciones ilegales y arbitrarias y el uso de tortura en contra de los detenidos.
O como cuando en 2006, en el sexenio de Fox, se usó a la policía federal para disparar armas de fuego, desde helicópteros y desde tierra, en contra de trabajadores que mantenían una huelga en la siderúrgica de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
¿Es esto lo que reivindica Xóchitl Gálvez de la policía federal de sus promotores del PRIAN?