Los libros de texto ‘comunistas’

La oposición panista ha desatado una campaña en contra de los libros de texto gratuitos. Nada nuevo bajo el sol, si recordamos que el PAN es un partido que se formó en contra de la nacionalización del petróleo mexicano, fundado por abogados mexicanos al servicio de las grandes transnacionales extranjeras de la época.
Nada nuevo si recordamos que la organización filo panista ‘Unión Nacional de Padres de Familia’ ha encabezado las protestas en contra de los libros de texto gratuitos desde 1959.
La oposición panista le apuesta a aplicar una de las máximas de Maquiavelo, quien en su libro El príncipe, de 1532, señalaba que “aquel que engaña siempre hallará alguien que se deje engañar”. Los panistas también le apuestan al ministro de propaganda nazi, Joseph Goebbels, quien señalaba que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.
Así que los panistas y los filo panistas se han dedicado a mentir sobre los libros de texto, para ver si algunos ingenuos o ignorantes caen en sus mentiras.
El nado sincronizado público de la oposición, sobre los libros de texto, comenzó la noche del 4 de agosto cuando el conductor del noticiero nocturno de TV Azteca, Javier Alatorre, salió a ‘denunciar’ que los libros de texto gratuitos para el próximo ciclo escolar contenían el ‘virus del comunismo’.
Por supuesto, este señor no sabe absolutamente nada ni de pedagogía, ni de didáctica, ni de ciencias de la educación ni de ningún campo afín. De acuerdo con su perfil que aparece en el portal de TV Azteca, “inicialmente, indeciso sobre qué carrera universitaria elegir, Alatorre comenzó estudios de Derecho en la UNAM y de Economía en la UAM, finalmente se decidió a estudiar Comunicación Social en la UAM-Xochimilco, puesto que en Canal 13 formaba parte de la redacción de la sección de noticias internacionales”. Es decir, parece ser que ni siquiera terminó una licenciatura y que si la terminó fue en ‘comunicación social’, un campo totalmente ajeno a las ciencias de la educación.
Esto explica, en parte, que se puedan decir tantas tonterías, con total impunidad, en un horario estelar de una televisión. En este caso aplica la máxima del ex presidente de la Universidad de Harvard, Derek Bok el que afirmó que “si crees que la educación es costosa, prueba con la ignorancia”. Y, efectivamente, resulta patético que ignorantes opinen de cosas de las que no tienen ni la mínima idea.
Es el caso también del arzobispo de Morelia, el que señaló que “no he leído el material educativo, ni lo haré; es ideologizante”. O sea que, si por este señor fuera regresaríamos a la edad media y más específicamente al 17 de febrero de 1600, día en el que fue quemado vivo Giordano Bruno, por la ‘santa’ inquisición, por decir, entre otras cosas, que el universo es infinito. O regresaríamos a 1633 cuando la inquisición condenó a Galileo Galilei por defender la teoría de que nuestro planeta giraba alrededor del sol. Es decir, estaríamos ante puro dogma. Si por esta gente fuera, la humanidad seguiría pensando que la Tierra es plana. Se atreven a condenar libros ¡que ni siquiera han leído!
Y esta es la primera gran patraña de los que se oponen a los libros de texto. La inmensa mayoría ni siquiera los ha leído. Nos quieren hacer creer que en dos semanas ya leyeron y analizaron con detalle 43 libros de primaria y 14 libros de secundaria, 57 libros en total, con más de 20 mil hojas. Eso significa haber leído y analizado casi cuatro libros diarios. ¡Wooooow! Somos la envidia de países lectores como Noruega, Canadá o Suecia. Así las cosas, con los ignorantes.